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Dios le bendiga. Bienvenido a la página oficial del Ministerio Alma de Dios y en este blog encontrarás los estudios biblicos más importantes que usted deberá leer como creyente en el Verdadero Evangelio. Somos creyentes de Jesucristo guardándonos de todas las inmundicias que trae consigo la Apostasia inminente de la que habla Jesús en Mateo 24. Hagamos como los hermanos de Berea, siendo atalaya de su evangelio a miles de creyentes que no conocen la correcta doctrina bíblica.

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LA "DIDAKÉ"

LA ENSEÑANZA DEL SEÑOR A LOS GENTILES POR MEDIO DE LOS DOCE APÓSTOLES: LA "DIDAKÉ"


La "Didaké" o "enseñanza de los Apóstoles" es uno de los más antiguos documentos cristianos que se conservan. Posiblemente anterior a algunos textos del Nuevo Testamento, muy probablemente es de origen judío y a través de la primera iglesia de Jerusalén, pasó a manos de los gentiles -no judíos- que después se convertirían al Dios Vivo y adquirirían salvación por medio de la Gracia que recibimos cuando ponemos nuestra fe en el Mesías de Israel: Jesús de Nazareth. En su forma actual, data del siglo primero o comienzos del segundo. No es usado para la predicación pero el contenido no es antibiblico y dice muchas verdades.

LOS DOS CAMINOS (PRECEPTOS DE CONDUCTA):

1. Hay dos caminos, uno de vida y uno de muerte, y hay una gran diferencia entre los dos caminos. El camino de la vida es éste. Primero, amarás a Dios que te hizo; segundo, a tu vecino como a ti mismo. Y todas las cosas que no quieras que se te hagan a ti, no las hagas a otro. Ahora bien, la doctrina de estas palabras es ésta. Bendice a los que te maldicen, y ora por tus enemigos y ayuna por los que te persiguen; porque ¿qué recompensa hay si amas a los que te aman? ¿No hacen lo mismo los gentiles? Pero amad a los que os aborrecen, y no tendréis un enemigo. Absteneos de todos los deseos carnales y del cuerpo. Si un hombre te golpea en la mejilla derecha, preséntale la otra también, y sé tú perfecto; y si un hombre te carga con una milla, ve con él dos; si un hombre te quita la capa, dale también el abrigo; si un hombre te quita lo que es tuyo, no se lo reclames, porque tampoco puedes. A todo el que te pide dale, y no le reclames; porque el Padre desea que se den dones a todos de sus propios tesoros. Bienaventurado es el que da según el mandamiento; porque es intachable. Ay de aquel que recibe; porque si un hombre recibe teniendo necesidad, no es culpable; pero si no tiene necesidad, dará satisfacción de por qué y cuándo recibió; y siendo puesto en prisión, será examinado con respecto a los actos que ha cometido, y no saldrá de allí hasta que haya devuelto el último cuarto. Sí, en cuanto a esto se dice también: Que tus limosnas suden en tus manos hasta que sepas a quién has de dar.

2. Y éste es el segundo mandamiento de la enseñanza. No matarás, y no cometerás adulterio, no serás corruptor de muchachos y no fornicarás, no robarás, no tendrás tratos con magia, ni harás hechicerías, ni matarás a un niño con un aborto, ni matarás al que ha nacido, no codiciarás los bienes de tu prójimo, no perjurarás, no darás falso testimonio, no incurrirás en maledicencia, no guardarás rencores, no serás de doble ánimo ni de doble lengua, porque la lengua falsa es un lazo de muerte. Tu palabra no será falsa o vacía, sino que la cumplirás con tus actos. No serás avaricioso ni rapaz ni hipócrita, ni tendrás mal genio ni serás orgulloso. No albergarás malas intenciones contra tu prójimo. No aborrecerás a nadie, pero a algunos has de reprobar, y has de orar por otros, y a otros amarás más que tu propia vida.

3. Hijo mío, apártate del mal y de todo lo que lo parece. No te enojes, porque la ira lleva al homicidio; ni seas celoso ni contencioso ni irascible, porque todas estas cosas engendran homicidios. Hijo mío, no seas lujurioso, porque la lujuria lleva a la fornicación; ni hables de modo obsceno ni mires de soslayo, porque todas estas cosas engendran adulterios. Hijo mío, no tengas nada que ver con presagios, puesto que llevan a la idolatría, ni con encantadores, astrólogos o magos, ni aun los mires, porque de estas cosas se engendra idolatría. Hijo mío, no mientas, puesto que el mentir lleva al hurto; ni seas codicioso ni vanidoso, porque todas estas cosas engendran hurtos. Hijo mío, no seas murmurador, puesto que lleva a la blasfemia; ni voluntarioso, ni tengas malos pensamientos, pues de todas estas cosas vienen las blasfemias. Sino sé manso, porque los mansos heredarán la tierra. Sé paciente, compasivo e intachable, tranquilo y amable y siempre temiendo las palabras que has oído. No te ensalzarás a ti mismo, ni admitirás audacia en tu alma. No te juntarás con los altivos, sino con los justos y humildes será tu camino. Los accidentes que te sobre- vengan los recibirás como buenos, sabiendo que no ocurre nada sin Dios.

4. Hijo mío, recordarás al que te habla la palabra de Dios día y noche, y le honrarás como en el Señor; porque dondequiera que habla la Soberanía, allí está el Señor. Además, irás en busca, día tras día, de las personas de los santos, para que puedas hallar reposo en sus palabras. No harás cismas, sino que apaciguarás a los que contienden; harás juicio con justicia, no harás diferencia en la persona para reprobarle por sus transgresiones. No vaciles sobre si una cosa ha de ser o no ha de ser.

No seas hallado extendiendo las manos para recibir, pero retrayéndolas cuando hay que dar.

Sí hay algo en tus manos, ofrécelo como rescate por tus pecados. No vacilarás en dar, ni murmurarás cuando des; porque sabrás quién es el buen pagador de tu recompensa. No te apartarás de aquel que está en necesidad, sino que harás partícipe a tu hermano de todas las cosas, y no dirás que algo es tuyo propio. Porque si sois copartícipes de lo que es imperecedero, ¿cuánto más debéis serlo de las cosas que son perecederas?

No rehusarás poner tu mano sobre tu hijo o tu hija, sino que desde su juventud les enseñarás el temor de Dios. No darás órdenes a tu criado o criada que confían en el mismo Dios que tú, en tu rencor y ojeriza, para que no suceda que dejen de temer a Dios que está por encima de ti y de ellos; porque El viene, no para llamar a los hombres, haciendo acepción de personas, sino que viene a aquellos a quienes el Espíritu ha preparado. Pero vosotros, siervos, estad sujetos a vuestros amos, como a un tipo de Dios, en vergüenza y temor.

Aborrecerás toda hipocresía y todo lo que no es agradable al Señor. Nunca abandonarás los mandamientos del Señor; sino que guardarás las cosas que has recibido, sin añadir a ellas y sin quitar de ellas. En la iglesia confesarás tus transgresiones, y no te dirigirás a orar con una mala conciencia. Este es el camino de la vida.

5. Pero el camino de muerte es éste. Ante todo, es malo y lleno de maldición; homicidios, adulterios, concupiscencias, fornicaciones, robos, idolatrías, artes mágicas, hechicerías, saqueos, falsos testimonios, hipocresías, doblez de corazón, traición, orgullo, malicia, tozudez, codicia, palabras obscenas, celos, audacia, engreimiento, jactancia; perseguidores de los hombres buenos, aborrecen la verdad, aman la mentira, no advierten la recompensa de la justicia, ni se adhieren a lo bueno ni al juicio recto, descuidados para lo que es bueno, pero atentos a lo que es malo; de los cuales están muy lejos la mansedumbre y la tolerancia; amantes de las cosas vanas, tras la recompensa, sin compasión para el pobre, ni trabajando para ayudar al que está oprimido por el trabajo; sin reconocer a Aquel que los hizo, homicidas de niños, corruptores de las criaturas de Dios, que se apartan del que está en necesidad, oprimen al afligido, defienden al rico, jueces injustos de los pobres, en todo pecaminosos. Hijos míos, que podáis ser librados de todas estas cosas.

6. Mira que ninguno te desvíe de este camino de justicia, porque el tal hombre te enseña distinto de Dios. Porque si tú puedes llevar todo el yugo del Señor, serás perfecto; pero si no puedes, haz todo lo que puedas.

Y con referencia a la comida, come de aquello que puedas; con todo, abstente en absoluto de la carne sacrificada a los ídolos; porque es adoración a dioses muertos.

SOBRE EL BAUTISMO

7. Con respecto al bautismo, os bautizaréis. Habiendo primero repetido todas estas cosas, os bautizaréis en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo en agua viva (corriente). Pero si no tienes agua corriente, entonces bautízate en otra agua; y si no puedes en agua fría, entonces hazlo en agua caliente. Pero si no tienes ni una ni otra, entonces derrama agua sobre la cabeza tres veces en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Pero, antes del bautismo, que el que bautiza y el que es bautizado ayunen, y todos los demás que puedan; y ordenarás a aquel que es bautizado que ayune un día o dos antes.

SOBRE EL AYUNO:

8. Y que vuestros ayunos no sean con los hipócritas, porque éstos ayunan en el segundo y quinto día de la semana; pero vosotros guardad el ayuno en el cuarto día y en el de la preparación (el sexto). No oréis como los hipócritas, sino como el Señor ha mandado en su Evangelio, por lo que oraréis así: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad, en el cielo como también en la tierra; danos hoy nuestro pan cotidiano; y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal; porque tuyo es el poder y la gloria para siempre jamás. Oraréis así tres veces al día.

SOBRE EL PARTIMIENTO DEL PAN (EUCARISTIA, SANTA CENA...):

9. En cuanto a la acción de gracias eucarística, dad gracias de esta manera. Primero, por lo que se refiere a la copa: Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa vid de tu hijo David, la cual nos has dado a conocer por medio de tu Hijo Jesús; tuya es la gloria para siempre jamás. Luego, por lo que respecta al pan partido: Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y conocimiento que Tú nos has dado a conocer por medio de tu Hijo Jesús; tuya es la gloria para siempre jamás. Tal como este pan partido estaba esparcido por las montañas y al ser juntado pasó a ser uno, así también que tu Iglesia pueda ser juntada de todos los extremos de la tierra en tu reino; porque tuya es la gloria y el poder por medio de Jesucristo para siempre jamás. Pero que ninguno coma o beba de esta acción de gracias eucarística, a menos que haya sido bautizado en el nombre del Señor; porque respecto a esto también ha dicho el Señor: No deis lo santo a los perros.

10. Y después, cuando estéis satisfechos, dad gracias así: Te damos gracias, Padre Santo, por tu santo nombre, porque Tú has puesto tu tabernáculo en nuestros corazones, y por el conocimiento y fe e inmortalidad que nos has dado a conocer por medio de tu Hijo Jesús; tuya es la gloria para siempre jamás. Tú, Señor Todopoderoso, creaste todas las cosas por amor a tu nombre, y diste comida y bebida a los hombres para que disfrutaran de ellas, y para que pudieran darte gracias a Ti; pero nos has concedido alimento y bebida espiritual y vida eterna por medio de tu Hijo. Ante todo, te damos gracias porque eres poderoso; tuya es la gloria para siempre jamás. Recuerda, Señor, a tu Iglesia para librarla de todo mal y para perfeccionarla en el amor; y recogerla de los cuatro vientos -tu Iglesia que ha sido santificada- en tu Reino que has preparado para ella; porque tuyo es el poder y la gloria para siempre jamás. Que venga la gracia y que pase este mundo. Hosanna al Dios de David. Si alguno es santo, que venga; si alguno no lo es, que se arrepienta. Maran Atha. Amén. Pero permitid a los profetas que ofrezcan acción de gracias tanto como deseen.

SOBRE LOS PROFETAS:

11. A todo aquel que venga y enseñe todas estas cosas que se han dicho antes, recibidle; pero si el maestro es él mismo corrupto y enseña doctrina diferente para la destrucción de estas cosas, no le escuchéis; pero si es para el aumento de la justicia y el conocimiento del Señor, recibidle como al Señor. Pero, con respecto a los apóstoles y profetas, obrad con ellos en conformidad con la ordenanza del Evangelio. Que todo apóstol, cuando venga a vosotros, sea recibido como el Señor; pero no se quedará más de un solo día, o, sí es necesario, un segundo día; pero si se queda tres días, es un profeta falso. Y cuando se marche, que el apóstol no reciba otra cosa que pan, hasta que halle cobijo; pero si pide dinero, es un falso profeta. Y al profeta que hable en el Espíritu no lo probaréis ni lo discerniréis; porque todo pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado. No obstante, no todo el que habla en el Espíritu es un profeta, sino sólo el que tiene los caminos del Señor. Por sus caminos, pues, será reconocido el profeta falso y el profeta. Y ningún profeta, cuando ordenare una mesa en el Espíritu, comerá de ella; pues de otro modo es un falso profeta. Y todo profeta que enseñe la verdad, si no hace lo que enseña, es un falso profeta. Y ningún profeta aprobado y hallado verdadero, que hace algo como un misterio externo típico de la Iglesia, y, con todo, no os enseña a hacer todo lo que él hace, que no sea juzgado delante de vosotros; porque tiene su juicio en la presencia de Dios; porque de la misma manera también hicieron los profetas en los días de antaño. Y todo aquel que diga en el Espíritu: Dadme plata u otra cosa, no le escuchéis; pero si os dice que deis en favor de otros que están en necesidad, que nadie le juzgue.

12. Pero que todo el que venga en el nombre del Señor sea recibido; y luego, cuando le hayáis probado, le conoceréis, porque discerniréis la mano derecha de la izquierda. Si el que viene es un viajero, ayudadle en cuanto os sea posible; pero no se quedará con vosotros más de dos o tres días, si es necesario. Pero si quiere establecerse entre vosotros, si tiene un oficio, que trabaje y coma su pan. Pero si no tiene oficio, según vuestra sabiduría proveed de que viva como un cristiano entre vosotros, pero no en la ociosidad. Si no hace esto, es que está traficando con respecto a Cristo. Guardaos de estos hombres.

13. Pero todo profeta verdadero que desee establecerse entre vosotros es digno de su comida. De la misma manera un verdadero maestro es también digno, como el obrero, de su comida. Así pues, todas las primicias del producto del lagar y de la era de trilla, de tus bueyes y tus ovejas, se las llevarás y darás como primicias a los profetas; porque son vuestros sacerdotes principales. Pero si no tenéis un profeta, dadlas a los pobres. Si haces pan, toma las primicias y dalo según el mandamiento. De la misma manera, cuando abras una jarra de vino o de aceite, toma las primicias y dalo a los profetas; sí, y del dinero y vestido y toda posesión, toma las primicias según te parezca bien, y dalo según el mandamiento.

SOBRE EL DÍA DEL SEÑOR:

14. Y en el día del Señor congregaos y partid el pan y dad gracias, confesando primero vuestras transgresiones, para que vuestro sacrificio sea puro. Y que ninguno que tenga una disputa con su compañero se una a la asamblea hasta que se haya reconciliado, para que su sacrificio no sea mancillado; porque este sacrificio es aquel del que habló el Señor: En todo lugar y en todo tiempo ofrecedme un sacrificio puro; porque yo soy un gran rey, dice el Señor, y mi nombre es maravilloso entre las naciones.

SOBRE LOS OBISPOS Y DIÁCONOS:

15. Designaos, pues, obispos y diáconos dignos del Señor, hombres mansos y no amantes del dinero, íntegros y aprobados; porque éstos ejecutarán el servicio de profetas y maestros para vosotros. Por tanto, no los despreciéis; porque son hombres honorables junto con los profetas y los maestros.

SOBRE LA PREPARACIÓN PARA LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR:

Y reprendeos los unos a los otros, no en ira, sino en paz, como halláis en el Evangelio; y que ninguno hable a otro que ha errado contra su prójimo, y que éste no oiga una palabra vuestra hasta que se arrepienta. Pero haced que vuestras oraciones y vuestras limosnas y todos vuestros actos sean según halláis en el Evangelio de nuestro Señor. Velad, pues, por vuestra vida; que vuestras lámparas no se apaguen y vuestros lomos no estén sin ceñir, sino estad preparados; porque no sabéis la hora en que vendrá nuestro Señor. Y congregaos con frecuencia, procurando lo que es apropiado para vuestras almas; porque todo el tiempo de vuestra fe no os beneficiará si no sois perfeccionados en la última hora. Porque en los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se volverán lobos, y el amor se cambiará en aborrecimiento. Porque cuando aumente la licencia y el libertinaje, se aborrecerán los unos a los otros y se perseguirán y se traicionarán. Y entonces el engañador del mundo aparecerá como hijo de Dios; y hará portentos y señales, y la tierra será entregada a sus manos; y hará cosas inmundas, que nunca se han visto en el mundo desde que empezó. Entonces toda la humanidad creada será probada por fuego y muchos serán escandalizados y perecerán; pero el que persista en su fe será salvo por el que ha sido hecho maldición. Y entonces aparecerán las señales de la verdad; primero la señal de un desgarro en el cielo, luego la señal de la voz de una trompeta, y tercero la resurrección de los muertos; con todo, no de todos, sino como fue dicho: El Señor vendrá y todos sus santos con El. Entonces el mundo verá al Señor que viene en las nubes del cielo.

EL MINISTERIO DE LOS UNGIDOS

Uno de los términos que ha ganado mayor realce dentro de la iglesia, es el de “UNGIDO DEL SEÑOR”. Este término identifica de manera indiscutible en gran parte de los círculos evangélicos, a hombres y mujeres que llevan a cabo una labor publica en las denominaciones. Muchas veces reviste tal grado de importancia, para quienes observan estas formas, que las disposiciones, pensamientos y deseos de sus líderes son mandatos casi divinos e indiscutibles. Muy a menudo quienes siguen el molde religioso de estas extrañas teologías se subyugan de tal manera que sufren la esclavitud a las filosofías y huecas sutilezas de los hombres, quedando prácticamente en el olvido la libertad y la verdad que solo hay en el Señor Jesucristo, anunciado en el único medio autorizado por Dios, es decir “La Santa Biblia”.

He presenciado atónito en estos días, como multitudes, turbas enloquecidas por el frenesí siguen junto a sus familias a hombres que son verdaderos animales irracionales, como así lo mencionan las Sagradas Escrituras. Llama la atención que la antesala de este fraude surgiera de las propia muchedumbre hipnotizada con un fervor que les hace ver y sentir en estos hombres ser el “Ungido de Dios” sobre la tierra.

No son casos aislados estos autollamados APOSTOLES, como tampoco es una casualidad la apostasía y el seudoevangelio que viven tantas congregaciones evangélicas, las que han olvidado el estudio de La Biblia para correr tras un evangelio diferente, cuyo mensaje central es la satisfacción de los antojos y ansiedades del hombre, antes que la gloria del Salvador por lo que observamos el cumplimiento que refiere el Apóstol Pablo en las Sagradas Escrituras cuando escribe:

“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de de hombre corruptible…” Romanos 1:21-23

Así es el escenario de la nueva evangelización, a perdido de vista su blanco seguro y perfecto, ya que no esta centrada en Jesucristo ni en las inconfundibles y grandes doctrinas de la Biblia como, la expiación, la redención, la eficacia de la Sangre bendita de nuestro Salvador Jesucristo, el llamamiento irresistible y soberano de Dios a la criatura pecadora, etc... Antes bien, sobresalen enseñanzas ajenas a los conceptos de sencillez y verdad de la Biblia, tales como la prosperidad, La visualización, la búsqueda de manifestaciones tales como “la risa Santa” “Las caídas Milagrosas” , los exorcismos entre los propios asistentes “creyentes” dentro de las congregaciones, la adivinación, hasta la absurda y depravada practica de la liberación por piel o boca. Practicas que no fueron introducidas dentro de la Iglesia por el Vicario de Cristo, es decir el Espíritu Santo, sino como advierte la Biblia , por hombres reprobados y apostata.

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negaran al Señor que los rescato, atrayendo sobre si mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.” 2 Pedro 2: 1-3

Es por esto, que hoy mas que nunca la Iglesia apartada por el amor del Señor Jesucristo, “El Ungido y Pastor por excelencia de nuestras almas“ debe oír y obedecer su voz. El Señor Jesucristo no es religión, no es la causa de un mejor estatus social, ni una receta mágica como clave para el éxito de los negocios, El Señor Jesucristo es el Salvador, el Ungido Rey Soberano de nuestras vidas. Ciento por ciento Dios y ciento por ciento hombre, que nos compro por su Sangre gloriosa para otorgarnos las preciosas promesas que nos aguardan en los cielos. El ungido de Dios, el Señor Jesús dijo:

“El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas á los pobres: Me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón; Para pregonar á los cautivos libertad, Y á los ciegos vista; Para poner en libertad á los quebrantados” Lucas 4:18

Ante tanta confusión pudiera un creyente verdadero preguntarse, ¿Quién en el presente tiempo predica la verdad? La Biblia dice que la verdad no es relativa, es decir no depende del punto de vista con que se mire un acontecimiento, la verdad es única e inalterable. El Señor Jesucristo dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida… y la mejor manera de Saber la verdad es conociendo la Biblia, pues esta cual espejo nos revela quien es de Dios y quien es del diablo.

“Mas el que obra verdad, viene á la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios.” Juan 3:31

“Comprobemos lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; por que vergonzoso es aun hablar de los que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz (la Palabra del Señor) son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo” Efesios 5:10-13

¿Qué clase de persona eres frente a la cruz de Cristo?

Todo estudiante atento que observe el informe sobre la ejecución de Jesús, se dará cuenta de las diferentes actitudes mentales de los diversos tipos de gentes que estaban frente a la Cruz. Hay al menos cinco clases de personas cuyas actitudes eran fundamentalmente las mismas:

1. La turba vulgar que "pasaba meneando la cabeza"
2. Los gobernantes judíos, que habían consentido en la crucifixión.
3. El insultante malhechor que rechazó a Cristo
4. Los soldados romanos que no reconocían otro rey que César y..
5. Los semisupersticiosos mirones, que, al oír el grito de Eli, Eli.., supusieron que Jesús llamaba a Elías.

Cada una de estas cinco clases interpelaban igualmente a Cristo a que demostrase que realmente era el Mesías, descendiendo de la Cruz y salvándose a si mismo. La turba decía: " bah, tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo y desciende de la cruz." (Mr 15:29-30). Los gobernantes decían: " A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar. El Cristo, el rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos" (Mr 15:31-32). El Malhechor decía: "Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros" (Lc 23.39). Los soldados decían: "Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate a ti mismo" (Luc 23:37). El supersticioso decía: "Dejad, veamos si viene Elias a bajarle" (Mr 15:33).

Observemos que cada uno de ellos decía realmente a Jesús: "Sálvate a ti mismo". Todos ellos vieron principalmente la tragedia de la crucifixión, simplemente una tragedia.

Ahora bien, frente a esas cinco clases, hay una sola brillante excepción, de alguien cuya posición difería radicalmente y se expresa de un modo diferente: El malhechor que moría arrepentido, fue el primero, y el único entre todos los que, según el Evangelio, abrieron su boca en la ejecución de Jesús, que no dijo "sálvate a ti mismo", sino "Sálvame"., discerniendo quien y qué era realmente Cristo.

Si, él fue el único que vio que allí se encerraba algo más profundo, que los crucificadores adivinaban y especialmente vio con gran viveza la realidad de la reconciliación, y la vio desde el punto de vista celestial, como Dios la ve - como todos deberíamos aprender a verla-; y exclamo en aquella oración modelo, que llevaba la impronta de su peculiar iluminación: "Jesús, acuérdate de mi cuando vengas en tu reino".

Este moribundo, tan desdichadamente estigmatizado con el epíteto vulgar de "el ladrón moribundo", es realmente el creyente ideal; él y sólo él tuvo la visión correcta de la Cruz de la reconciliación; sólo él divisó algo más que los trágicos horrores del acto de la crucifixión, absorto por una más amplia realidad: Que Cristo, a pesar del tratamiento que recibía de los hombres, estaba en verdad quitando el pecado del mundo.

El malhechor arrepentido solicitó la membresía en el Reino, privilegio de Gracia que inmediatamente le fue asegurado por la respuesta de Jesús: "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lc 23:43).


Willington

La Vanidad no es productiva, aunque digan lo contrario.

Un falso ministro de Dios, que tiene una de las más grandes iglesias en Cartagena, tiene la osadía de enseñar lo siguiente: "Vanidad es tener plata y ni siquiera darse un gusto".  En esta oportunidad, demostraremos el verdadero significado de VANIDAD.

El término “vanidad” aparece 75 veces en la Biblia (Reina-Valera 1960). Su uso es mayoritario en el libro de Eclesiastés (28 veces), siguiéndole Salmos (10 veces). Otros libros como Isaías y Jeremías empatan con 8 registros de esta palabra.

En los Salmos, “vanidad” se usa como un adjetivo de la naturaleza humana; pasajera, mortal, perecedera y débil. Figura, también, asociada a la necedad o mentira (Sal. 144:8).

En Eclesiastés, se usa para reflejar lo tedioso y pasajero de la vida; la rutina que nos absorbe y que poco aporta para lo que realmente hace trascendente nuestra vida: el respeto y asombro ante Dios (Ecl. 12:14). Alude también al esfuerzo humano por buscar y construir la felicidad por sus propios medios; proyecta la fugacidad del gozo para quien lo busca sin Dios (Ecl. 2:1, 11). Incluso el conocimiento y la riqueza, como base de nuestro intento por darle sentido a nuestra vida, carece de trascendencia; es pasajero, es vano (Ecl 2:15; 4:8). Todo lo que no dura, lo que es perecedero, no es importante ante la fugacidad de la vida. Eclesiastés presenta que aquello no brinda felicidad ni paz ante la inminente muerte de todo ser humano.

En Isaías se refleja la idolatría (Is. 41:29) y la necedad de no buscar a Dios (44:9-18) con esta palabra. Los planes y proyectos personales que interfieren con la voluntad perfecta de Dios, también son retratados con este término (Is. 58:9; 59:4). Jeremías sigue una línea de pensamiento muy similar. Reitera la noción de “vanidad” como idolatría (Jer. 10:3-5) y la necedad de ignorar a Dios (Jer. 14:14). La noción de mentira o engaño también está presente (Jer. 16:19).

Las dos veces que aparece en el NT (Rom. 8:20; Efe. 4:17) se usa el mismo vocablo griego “mataiotes”. Significa básicamente, vaciedad, futilidad, frustración y transitoriedad. Son términos actuales que reflejan muy bien la condición humana sin Dios; condición que se alcanza cuando no se alimenta el corazón y la mente con los principios de vida divinos, ni se busca la gracia de Dios para satisfacer nuestra carencia.

Hasta aquí, hemos visto que en realidad no se habla de joyas, pinturas, modas, etc., con lo cual normalmente asociamos “vanidad” estos días. Sin embargo, los principios y actitudes en juego son los mismos que llevan a alguien a buscar en esta “vanidad moderna” la felicidad, proyección o realización personal. El énfasis en la belleza y lo estético para fomentar un modelo de vida ideal está lejos de ser el correcto. La belleza y la salud no son eternos; son pasajeros, son vanos. Enfatizar y depender de un elemento estético, vanidoso, para ser “alguien” en la vida es el camino equivocado. Tan equivocado como era para el pueblo de Israel adorar a ídolos que nada podían hacer, o hacerle caso a mentiras que nada podían hacer para cambiar la realidad de sus faltas contra Dios. Es confiar y depender de factores superficiales, externos y pasajeros, lo que constituye el problema básico de la vanidad en cualquiera de sus formas.

Es en este contexto, que Pablo y Pedro entregan sus consejos a la iglesia cristiana. La iglesia estaba iniciándose, y se encontraba expuesta a muchas influencias que la podrían llevar a quitar sus ojos de la eternidad y fijarse más en las cosas que brillan y encandilan de este mundo. Pablo escribió “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad” (1 Tim. 2:9, 10). Pedro agrega “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios” (1 Ped. 3:3, 4).

Lo que ellos buscan es que no nos dejemos engañar por las apariencias. El ser humano tiene algo que lo hace más bello y hermoso que lo que la estética y vanidad puede aportar; un corazón limpio y regenerado por la gracia de Dios, alguien que no tiene nada que temer del futuro y cuyo pasado está escondido en el perdón de Dios. Eso finalmente se refleja en el rostro y en nuestra disposición ante la vida. Esa es la verdadera belleza, la que no se acaba, pues Dios la ha puesto en nuestra vida.

LA PREDESTINACIÓN PARA DUMMIS

Existe un debate muy popular entre Calvinistas y Arminianos sobre lo que realmente significa la Predestinación. A nuestro parecer ninguno tiene razón en sus doctrinas, pero hay que reconocer que ambos tienen argumentos bíblicos para defender sus teorías.

Dejemos a un lado las doctrinas de estos dos importantes reformadores y definamos claramente lo que realmente significa LA PREDESTINACIÓN que tanto se discute en las principales iglesias del mundo.

Queremos dejar en claro que no pretendemos -ni más faltaba, que seamos ahora los nuevos reformadores, sino más bien, despejar las dudas en cuanto a este tema tan polémico para algunos hermanos.

Iniciemos con definir la palabra PREDESTINACIÓN.

PRE - El prefijo (del latín præfixus, participio de præfigĕre, colocar delante) es un morfema derivativo de la clase de los afijos que se antepone a una raíz, lexema o base léxica para formar una palabra de significado diferente, denominada derivada. ...

DESTINO - Meta, punto de llegada.

Según la Academia de la Real Lengua Española, entonces Predestinación significa: Destinación anterior de algo.

"Predestinación" [pro-or-id'zo], palabra griega que significa el haber sido pre-determinado o destinado de antemano. Según la Biblia, entonces predestinación es el plan de Dios por medio del cual estableció el destino de los salvados desde antes de la fundación del mundo.

Base Bíblica: Efesios 1: 3 Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo: 4 Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor; 5 Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad, 6 Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

EXPLICACIÓN MASTICADA PARA DUMMIS
Sin ofender

La predestinación a nuestro modo de interpretar las sagradas escrituras y por revelación del Espíritu Santo, es tan sencilla que no hay que ponerle misterio al tema.

Iniciemos explicando lo siguiente:

Antes de la Fundación del Mundo, Dios sabía de antemano que Adán y Eva iban a desobedecer. Antes de la Fundación del Mundo ya Dios había preparado a su Hijo para pagar el precio por ese error de Adán. Dios ya sabía antes de la creación del mundo, cuantas personas van a vivir en la Tierra, desde Adán hasta el último humano que nacerá en el milenio de Cristo.

Pongamos un ejemplo de un millón de personas en total, cifra para el ejemplo. De ese millón de personas que existirán en todo el tiempo que dure la Tierra, Dios en su omnisciencia sabe que de ese Millón de personas - solo 400 mil lo van a recibir como Dios - único y soberano.

Los 600 mil que restan, aunque Dios se les presente en una zarza ardiente, aunque se les presente como un ángel, aunque se les manifieste como el Hijo de Dios, ellos nunca, pero nunca lo aceptaran como es y por lo que es. Esas 600 mil personas, se encuentran personajes que sabemos, murieron sin Cristo y sin Dios. Por ejemplo: El Faraón que delante las señales que Moisés realizaba a nombre de Jehová, nunca acepto a Dios. Judas, que viendo al propio Hijo de Dios nunca lo aceptó como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, ni como el Mesías - el Cristo, ni como el Maestro, ni como Rey de reyes, ni como el Siervo Sufriente.

Dios no hace acepción de personas y eso esta muy claro. Dios llama a todos al arrepentimiento, pero pocos harán su perfecta voluntad. Por esos 600 mil también murió Cristo, para que nadie este exento el día del Juicio Final en el Trono Blanco. En este punto es que diferimos de los Calvinistas.

Esa es la predestinación, Dios sabiendo de antemano quienes le recibiran, organizó su redención con anticipación. Los demás, aunque se les presentara personalmente (Judas) no lo iban a recibir, ellos tienen ya preparado con anticipación el destino eterno.

Esta forma de interpretar las sagradas escrituras - no hace a Dios injusto, ni mucho menos un Dios cruel. El es justo y por serlo, debe mandarnos al infierno. Pero tambien es amor y por eso envió a su Hijo para redimirnos.

¿Entonces por qué predicar? Simple, esas 400 personas no saben que Dios les tiene preparada una redención. Por eso, estamos llamados a anunciarles las buenas nuevas a todos ellos. Nosotros, los simples mortales no sabemos quienes son, pero Dios si, por eso debemos predicarle a todo el mundo, para que los que realmente serán salvos lo sean.

A Noé le enviaron a anunciar que el mundo sería destruido, pero nadie le hizo caso. Moisés le mostró el poder de Dios al Faraón y no le hizo caso. Jesús se manifestó a muchos y solo le siguieron 11 ya que Judas no le recibió. ¿Será que Dios tiene la culpa que no le reciban? ¿Será que Dios tiene la culpa que sepa todo antes que acontezca?

¿Será que Dios predestinó a los que lo van a recibir? La respuesta es un rotundo SI!!!- ¿Dios predestinó a los que no lo van a recibir a una condenación eterna? obvió, El es Justo y cumple su palabra. Cada quien recibirá lo que se merece.

Esa es la Predestinación. La forma simple de entender quien es Dios: SOBERANO. 

Jesús pago el precio por los pecados del millón de personas, pero para redimir solo a los 400. Es como pagar por el racimo completo de uvas (30 uvas), pero de las cuales solo 20 están en buen estado, las otras 10 debo echarlas a la basura.

Nota: Dios conociendo de antemano, quienes no le recibirán, los usa para hacer su soberana Voluntad. Judas es ejemplo de ello. Pregúntese ¿qué hubiese pasado si Judas No hubiera entregado a Jesús? Acaso Dios necesita del Hombre para hacer cumplir su voluntad?. NO. 

Cuando entendamos lo que significa el Libre Albedrío, entenderemos que no somos marionetas de Dios, simplemente que Dios hace como quiere y cuando quiere. Mueve a los 600 para poder ganar a los 400 que le recibirán. ¿Eso es ser Injusto? Eso se le llama tener un PLAN DIVINO. 

La predestinación es “un plan divino” de todo lo que ha de tomar lugar, pero es necesario que ese plan se ponga en marcha y que se lleve a cabo.  Dios está construyendo “una casa para el morar” (1 Timoteo 3:15), “un templo de piedras vivas” (1 Pedro 1:25), “una ciudad santa” donde Él ha de habitar eternamente” (Rev. 21:2), ese edificio es Su iglesia, el cuerpo de Cristo.  POR LO TANTO, Dios no solamente se asegura de preparar un plan muy elaborado de todo lo que quiere que ocurra sino que se asegura de poner su plan sea completado de tal manera que las cosas se hagan tal como él lo ha decretado.

Como dije desde un principio, esto es para dummis, para ampliar más los conceptos con citas bíblicas, Google y la misma Biblia, ofrece una cantidad de información al respecto. Estúdielo desde este punto de vista y verá que le será más fácil entenderlo.

Bendiciones

PREDICAR AL AIRE LIBRE ES MEJOR

El beneficio más grande de la predicación al aire libre es que muchos nuevos oyen el evangelio que de otra manera nunca lo oirían. Charles Spurgeon 


LAS OVEJAS, LOS CABRITOS Y EL LOBO


La Biblia, la Palabra de Dios, dice: "Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda" Mateo 25:33


En el redil hay ovejas, que representan a los verdaderos creyentes, aquellos regenerados por la Acción del Espíritu Santo y mediante la fe en el Señor Jesucristo. Y todo esto por pura gracia. Estos son aquellos que identifican al lobo, y le llaman ¡LOBO RAPAZ! Y lo hacen con toda seguridad y sin titubeo alguno. Confrontándolo con la espada del Espíritu: La Biblia, la Palabra de Dios.

Pero también están los cabritos, que son los que creen que son verdaderos creyentes, pero no lo son. Tan solo ¡CREEN QUE CREEN! Estos creen que su salvación es producto y depende de:
- Sus buenas obras,
- Su grado de “espiritualidad” que consisten en largas oraciones, mezcladas con “decretos”, “declaraciones”, “gritos de guerra”, etc. Y
- Sus muchas experiencias extra-sensoriales como:
- “risa santa”
- “borrachera espiritual”
- “danzas proféticas”
- “unciones de todo tipo, especialmente la financiera”, etc. Etc.

Muchos de esto cabritos no han conocido jamás el verdadero evangelio de Jesucristo, pero es un hecho real el que también estén en medio del redil, sin embargo no son salvos, no son pertenencia del Pastor, de Pastores, el Señor Jesucristo. Los cabritos son cortos de vista y torpes para identificar al LOBO. Estos no se dan cuenta de que el lobo es ¡LOBO! Y que si esta ya en medio del redil, no es para solo sonreír y dar palmaditas en los hombros de los miembros del redil, si no que ha llegado para matar, robar y destruir.

Los cabritos, siempre cuestionan a las ovejas, cuando algunas de ellas, identifican y confrontan al LOBO. Ante tal hecho los cabritos inmediatamente le dicen: -¡No juzgues, oveja legalista y farisea! ¡Eso le corresponde a Dios!

-¡No hables mal del “siervo de dios” oveja seca y muerta que no fluye en la “unción”!
-¡No hables mal del "ungido", oveja envidiosa que no llenas estadios como este “ungido”!
-¡Eso es "blasfemar" contra el "espíritu santo"!. Entre otras frases torpes y colmadas de ceguera e ignorancia bíblica. 


Mientras tanto, el lobo sonríe, orondo y alegre, pues tiene defensores ad-honorem dentro del propio redil. Serviles cómplice y aliados cuya característica primordial es su enorme desconocimiento bíblico el cual los sume en una fuerte ceguera espiritual. El LOBO luce las fauces llenas de sangre de los incautos cabritos y de algunas ovejas descuidadas que yacen heridas por su negligente ignorancia bíblica y su cómplice silencio. El LOBO también luce las garras con restos de la doctrina bíblica la misma que han “despedazado” (desplazado), por medio de sus herejías, prejuicios (Como aquel que enseña que un salvo que conoce mucho la Biblia, se envanece y esta muerto espiritualmente, pues no le da cabida a las experiencias en el “espíritu”, llamase así, a las tumbaderas al suelo, catarsis, “risa santa”, “borrachera espiritual”, etc.) y falsas "revelaciones" para que nadie en el redil trate de identificarlo.

En ocasiones los cabritos y algunas negligentes, engañadas y convenidas ovejas, tienen la costumbre de llamar a los LOBOS como:
-“apóstol de apóstoles”,
-“apóstol",
-"ungido”,
-"profeta",
-"padre espiritual"
-"mi cobertura",
-"mi pastor". 


Y hasta salen del redil de vez en cuando para "pactar" y "sembrar". Y así engordar y enriquecer a toda una manada de LOBOS RAPACES vestidos de cuello y corbata, que lucen costosos trajes, anillos “apostólicos” de 24 kilates, y que son expertos en aquella técnica de hipnosis y brujería a la que llaman “unción” y en la que muchos cabritos son embobados y arrojados al suelo para así ser fácilmente devorados. 

Que pena y que lastima, mi estimado lector, que muchos hoy estén engañados y que muy, pero muy pocas ovejas salgan de la cobardía y del silencio cómplice para enfrentar a estos maestros del error, lobos sin gracia y rapaces que no perdonan el redil.

El Bendito Señor Jesucristo dijo:
Mateo 7:15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces

De nosotros queda guardarnos de estos lobos enfrentándolos y evitando así que sigan dañando ovejas y devorando cabritos o simplemente con nuestro silencio cómplice los dejamos que engañen y dañen a las ovejas y que devoren cabritos al mismo tiempo se llevan a muchos de ellos, en su condición de no-salvos a la condenación eterna.

No olvidemos las palabras de Dios que dice: Judas 1:3-4 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

Bendiciones en Jesucristo.

LA GRAN FARSA DE NO CUESTIONAR A LOS UNGIDOS.

Una de las enseñanzas favoritas para infundir miedo y mantener las conciencias de la gente cautivas y sin utilizar su razón, está basada en este texto del Antiguo Testamento; El verso dice no toquéis, dijo, a mis ungidos [Salmo 105:15].

Con este pasaje los líderes autoritarios pretenden, en primer lugar, establecerse ellos mismos como tales ungidos. En segundo lugar enseñan que nadie en su congregación puede cuestionar en base a las Escrituras al ministro ni señalar que alguna práctica o doctrina está mal, ¡mucho menos decir que está en pecado, aunque sea comprobable y esté afectando a las personas!, pues eso es “tocar al ungido” y según dicen ellos, “te acarreará el castigo de Dios sobre tu vida”. De esta manera pueden enseñar lo que ellos quieran, y así también pueden conducirse como mejor les parezca sin tener que responder ante nadie por nada de lo que hacen.

Esta doctrina de “sujeción a la autoridad” no sólo es falsa, también es contraria a las enseñanzas de Jesús, pues el Nuevo Testamento enseña que si nuestro prójimo cae en pecado o enseña error, tenemos la obligación de exhortarlo.

Leamos el evangelio de Mateo 18:15: “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano”

Por su parte, Efesios 4:25 dice así: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”.

No importa si es pastor, maestro, ministro, misionero, profeta o quien sea; El Nuevo Testamento enseña que si nuestro prójimo está en pecado, tenemos el deber y compromiso de confrontar su falta. El negarse a hacer eso es pecado. Es una falta de amor.

De inicio, esto es suficiente prueba para que nos demos cuenta que el mito de que no hay que cuestionar a los autonombrados ungidos es falsa, pues se contradice con estos claros mandamientos del Nuevo Testamento.

LA VERDADERA INTERPRETACIÓN DEL TEXTO: "NO TOQUÉIS AL UNGIDO DE DIOS"

¿Entonces qué significa realmente el pasaje del Salmo 105:15? En primer lugar se refiere, en el contexto, a Abraham y su descendencia en su etapa inicial como los ungidos, no a un líder particular. En ese caso una aplicación moderna del pasaje sería que no se debe de tocar a ningún miembro del pueblo de Dios. ¿Pero que significa “tocar”? Bueno, el pasaje fue dado para que las poderosas naciones vecinas del pueblo hebreo, en aquel entonces un pequeño grupo nómada, no lo saquearan, mataran, o robaran mientras iban en sus peregrinaciones. “Tocar” significaba en el contexto, no dañar físicamente a Abraham y su familia. Esto es todo lo que dice el pasaje y si nos damos cuenta, esto no tiene nada que ver con que esté prohibido confrontar, reprender, denunciar, cuestionar o apartarse de un líder religioso que delinque o tuerce las enseñanzas de Cristo.

Si como los líderes autoritarios nos dicen, “tocar” a un ungido es cuestionar a un ministro y eso está prohibido, entonces ¿por qué Pablo cuestionó y reprendió a Pedro y luego registró el hecho en una carta como un ejemplo a los cristianos de Galacia? [Ver Gálatas 2:11-16].

Si es cierto que “no podemos” corregir a un ministro, ¿entonces como podemos obedecer Mateo 18:15, en donde Dios nos pide que exhortemos a cualquiera que sea nuestro prójimo y “peque contra nosotros”? Si no le podemos decir a un líder cristiano quei tiene errores, entonces, ¿cómo vamos a seguir Efesios 4:25 en donde se nos pide que hablemos la verdad con la gente que tenemos compañerismo espiritual?

Y si el exhortar a un pastor, cuando está comprobado que ha torcido las enseñanzas cristianas, es pecado, ¿entonces, Pablo pecó por decirles a los Gálatas que Pedro había tenido un serio error doctrinal?

Aprendamos esto: la Biblia nos permite tanto cuestionar a los ministros, como también confrontarlos cuando vemos que hay un serio error doctrinal o de praxis ética en sus vidas. Esto lo establece claramente la Palabra de Dios:

Tito 1:13 Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe.

2 Timoteo 4:2-3 Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

1 Timoteo 1:3 Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñasen diferente doctrina.

Judas 1:3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos.

De hecho, no sólo tenemos el derecho de cuestionarlos. También tenemos el derecho de abandonarlos y salir de su esfera de influencia si se rehúsan a corregir su conducta inmoral o enseñanzas torcidas. Leamos lo que enseña al respecto Cristo.

Mateo 15:14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.

Mateo 18:15-17 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

Con todo lo anterior vemos que los grupos autoritarios manipulan las Escrituras para evitar rendir cuentas de sus acciones a sus ovejas. En su afán por no ser cuestionados sacan los textos fuera de su contexto original, torciéndolos.

Por: Martha Sanchez.

JESÚS VENCIÓ EL PODER DEL DINERO

Jesús identifica a la idolatría con el servicio al dinero: “Ningún servidor puede quedarse con dos patrones, porque verá con malos ojos al primero y amará al otro, o bien preferirá al primero y no le gustará el segundo. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero (Mammón)”. Nótese que no se trata del dinero en sí, sino de servir al dinero, ser esclavo de él. Esto no quiere decir que los bienes terrenos constituyan en sí un dios que se opone a Dios. Es el hombre, con su actitud, quien puede divinizarlos y convertirlos en un rival de Dios. Y de hecho con frecuencia se da esta alternativa entre Dios y el dinero. Así pasó con Judas, que prefirió las treinta monedas antes que al Maestro (Mt 16,14s).

Servir al dinero es entregarse a él, aceptando que las riquezas son equivalentes a Dios. Por eso la enérgica contraposición de Jesús, que no sólo pone frente a frente a Dios y a “Mammón”, sino que exige a sus seguidores una opción exclusivista. De ahí la imprecación contra los ricos “porque ya tienen su consuelo” (Lc 6,24), declarándolos excluidos de las bienaventuranzas precisamente porque su fuente de seguridad y alegría es el dinero y no Dios.

¿Por qué Jesús pone frente a frente el servicio a Dios y al dinero? Porque el culto al dinero lleva a derramar la sangre del pobre, en las múltiples formas concretas que la explotación y opresión asumen en la historia humana. Y si al pobre se le quita aunque sea parte de la vida a la que tiene derecho, entonces se está en contra del Señor de la vida, Padre de todos.

La idolatría del dinero, de ese fetiche que es producción humana, está indesligable y provocativamente vinculada a la ruina y la muerte del pobre. Por eso es que, yendo a la raíz, la idolatría va contra el Dios de Jesús que es el Dios de la vida. El dios-dinero se alimenta de víctimas humanas. Por eso Jesús nos lanza la disyuntiva de elegir entre el Dios de la vida y los dioses de la muerte...Jesús da un paso más, que sólo había sido insinuado por los profetas (Am 6,6): Condena el egoísmo del que no se preocupa de compartir lo que le sobra. Es el caso de Epulón y Lázaro (Lc 16,19-31) y el del rico insensato (Lc 12,16-20).

En Epulón se destaca su egoísmo. No se dice que sea condenado por injusto, sino sencillamente porque ni se enteró de que a su puerta alguien necesitaba con urgencia las migajas de su mesa. El segundo rico no es descrito como ambicioso, ni injusto, pero ante la prosperidad sólo piensa en sí mismo: “Túmbate, come, bebe y date a la buena vida”. Aunque su cosecha sea muy abundante, su horizonte es muy limitado: ni Dios, ni el prójimo entran en su perspectiva.

Pero la parábola no condena sólo su egoísmo: ataca también su confianza en sus bienes; cree que todo depende de ellos, y que cuando se tiene en abundancia no hay que preocuparse de nada más. Acumula porque es egoísta, pero es egoísta porque piensa que la abundancia de bienes constituye lo único seguro en esta vida. Esta parábola nos enseña que para idolatrar las riquezas no es preciso robar; basta ser egoísta, negándose a compartir los bienes, y poner la confianza en ellos. Esta misma es la enseñanza terrible de las “malaventuranzas”: son condenados los que sólo se preocupan de su consuelo, de estar satisfechos y pasarlo bien (Lc 6,24-26).

LAS RIQUEZAS NO SON SIMBOLO DE BENDICIÓN DE DIOS
(Ejemplo las Estrellas de Cine, los Arabes, los Narcos, Etc.)

Desde la venida de Jesús la riqueza perdió el sentido que tenía de ser considerada como signo de bendición de Dios. Jesús desacralizó la riqueza: la dejó en su significación natural. Le quitó al dinero su poder sobre los hombres. Si el dinero sigue teniendo tanto poder en nosotros esto quiere decir que no nos apoyamos suficientemente en su victoria. Pablo insiste en el antagonismo existente entre avaricia y Reino de Dios. En tres listas que él confecciona de vicios incompatibles con la fe en Dios se nombra expresamente la idolatría. Se trata de 1 Corintios 5,9-13; 6,9-11 y Gálatas 4,19-21. Podemos detectar en estas enumeraciones que una de las realidades básicas en las que se puede dar la idolatría es el dinero: El codicioso, el tramposo, el ladrón es un idólatra, que acarrea con su actitud enemistades, discordias, rivalidades, egoísmos y envidias. La idolatría aparece como elemento destructor de las relaciones humanas.

En un par de textos más Pablo relaciona explícitamente a la idolatría con el dinero. Dice que “los explotadores, que sirven al dios dinero, no tendrán parte en el Reino de Cristo y de Dios” (Ef 5,5). Y en otra carta exhorta a apartarse de: “la codicia, con la que uno se hace esclavo de ídolos” (Col 3,5). En estos dos textos codicia e idolatría son sinónimos. El término codicia, que en el original griego literalmente significa “tener más”, connota ambición, avidez, abundancia, arrogancia. El ídolo sería, por lo tanto, el dinero, pero no como una realidad en sí misma, sino la posesión del dinero como poder para desear y extraer más dinero de otros, creando enemistad y discordia. De ahí la identificación de idólatra con codicioso, ladrón y tramposo.

Todos los textos de Pablo afirman el carácter antagónico de la idolatría con la realidad cristiana. En 1 Corintios 5,9-13 se ordena excluir de la comunidad cristiana a los idólatras. La codicia es incompatible con el ser cristiano. El apóstol no ordena apartarse de los idólatras, pues para eso habría que salirse de este mundo; pero sí ordena que sean expulsados de la comunidad. En 1 Corintios 6,9-11 y Gálatas 4,19-21 se afirma que los idólatras “no heredarán el Reino”. En 1 Corintios 10,14-17 se excluye al idólatra de la comunión, presentada aquí como solidaridad con el cuerpo del Mesías y de la comunidad. El dinero como ídolo destruye esta solidaridad, destruye el Cuerpo del Mesías.

EL ORGULLO DE LAS RIQUEZAS
(Entre más riquezas quieras tener, más pobres habrá)
El autor de la carta 1 Timoteo, como resumiendo el mensaje de Pablo y de los evangelios sinópticos, da el siguiente consejo: “Exige a los ricos que no se pongan orgullosos, ni confíen en riquezas, que siempre son inseguras. Que más bien confíen en Dios, que nos lo proporciona todo generosamente para que gocemos de ello” ( 6,17). Y Santiago critica duramente a algunos hacendados, no sólo porque no pagaron dignamente a sus cosechadores (5,4), sino además porque “no buscaron más que lujo y placer en este mundo, y lo pasaron bien mientras otros eran asesinados” (5,5).

Podemos concluir que según el mensaje del Nuevo Testamento es imposible cualquier reconciliación entre la idolatría al dinero y el espíritu del Padre Dios. El espíritu de Dios es gracia, gratuidad, mansedumbre; el espíritu del dinero es dominación, orgullo, agresividad. El espíritu de Dios es amor y no apego: compartir; el espíritu del dinero es egoísmo y avaricia: competir.

El dinero es lo primero que convierte al hombre en lobo para el hombre; el espíritu de Dios es simple y abierto; es limpio como una copa de cristal. La idolatría al dinero es torcida, disimulada, tiene dos caras, actúa en la obscuridad; Dios actúa a la luz. El espíritu del dinero consiste en utilizar su propio poder para intentar crearse su propio paraíso, y por ello utiliza a los débiles para que le sirvan de pedestal para alcanzar la gloria...

Cada hombre o mujer que vive el espíritu de las bienaventuranzas ha vencido ya el poder idolátrico de la plata. Jesús ha vencido al poder del dinero. Dios ya no se relaciona más con el dinero, porque es obra muerta!.

LOS FRUTOS Vs. LAS OBRAS

Cuando Jesús nos dijo que por sus FRUTOS los conoceréis, refiriéndose a los falsos y a los verdaderos Ministros, no estaba diciendo que por sus OBRAS conoceréis que son Siervos de Dios. ¿Acaso los impíos que hacen buenas obras, son reales Siervos de Dios? ¿Acaso, tener la iglesia más grande me dicta que es un verdadero ministro?... ¿Qué parte del “Que tu mano derecha no sepa que hace la Izquierda” no entendieron?.
Estas sencillas preguntas dan a entender que si fueran afirmativas, entonces los Testigos de Jehová ¿son grandes ministros de Dios?.  Los Catolicos y sus Santos beatificados hicieron grandes obras, ellos son ¿ministros reales de Dios, cuando todos estaban lejos de la verdad?
Para los Lideres de las Megaiglesias o Iglesias con el sistema g12 o Modelo de Jesús, o que están inmersas en el falso movimiento apostólico y profético, les explicaremos cuales son los verdaderos FRUTOS DEL ESPÍRITU. Para que no digan que no se los advertimos.

NOTA: Puedes hacer las más grandes OBRAS (como Shakira, Juanes o Bill Gates), pero si no tienes los FRUTOS del Espíritu, esas obras son infructuosas. Y esos frutos que vemos en los pastores, apóstoles y profetas de hoy en día son contrarios a lo que la Palabra nos lo enseña. Veamos:
LOS VERDADEROS FRUTOS
“No es dinero ni obras”

Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad (fe), Mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22-23

Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad. Efesios 5:9

Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante Él, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre. Hebreos 13:1

TEMPLANZA, Gálatas 5:23
La palabra “templanza” se traduce del griego “enkrateia” (Strong 1466), que significa Dominio propio, especialmente, continencia. Se deriva de “egkrates” que significa: Fuerte en una cosa, esto es, dominio propio. De aquí se deriva que “dominio” es tener la fuerza y el poder para tener control de nuestras acciones, para no trasgredir, ni pecar, ni cometer iniquidad; esto se ve cuando el apóstol Pablo decía que todo nos es lícito hacer, pero no todo es provechoso y no todo edifica (1 Cor. 10:23). La Biblia indica que todo el que lucha se abstiene (templanza, dominio propio), de todo, para recibir una corona corruptible; por eso nosotros debemos manifestar dominio propio para recibir la corona incorruptible (1 Co. 9:25)

JUSTICIA, Efesios 5:9
La palabra “justicia” se traduce del griego “dikaiosune” que significa: Carácter o cualidad de ser recto o justo. Esta palabra se utiliza para denotar un atributo de Dios (Ro. 3:5), cuyo contexto muestra que la justicia de Dios significa esencialmente lo mismo que su fidelidad o veracidad, aquello que es consecuente con su propia naturaleza y promesas (Diccionario VINE). Dikaiosune se refiere a: Todo lo que es recto o justo en sí mismo, de todo lo que se conforma a la voluntad de Dios (Mt. 5:6, 10, 20) Todo lo que ha sido señalado por Dios para que sea reconocido y obedecido por el hombre (Mt. 3:15)
De los deberes del cristiano, tales como: ayudar al necesitado y al prójimo (Mt. 6:1-4), y otros (Mt. 6:5-15; 6:16-18), es el fruto de la justicia a manifestar en nuestra vida, es la justicia de Dios que debemos vivirla y practicarla. El fruto de la justicia se siembra en paz (Stg. 3:18), es decir, la semilla produce el fruto y los que hacen la paz producen una cosecha de justicia.


VERDAD, Efesios 5:9
Verdad se deriva del griego “aletheia” que se traduce: Verdad, sinceridad, integridad de carácter. También se deriva de “aletheuo” que quiere decir: Tratar con fidelidad o con verdad con cualquiera. La evidencia de esta faceta del fruto del Espíritu es la persona sincera, íntegra en su carácter, sin doblez, personas que su “sí, es sí y su no, es no” (Mt. 5:37), son fieles y hablan con la verdad, no importando las consecuencias (Pr. 12:17) Uno de los beneficios de este fruto es que permanece para siempre (Pr. 12:19), pero quien se aparta de la Verdad (Jesucristo), corre el riesgo de creer en mitos (2 Ti. 4:4), y extraviarse del camino.

FRUTO DE LABIOS QUE CONFIESAN SU NOMBRE, Hebreos 13:15
La palabra “labios” se traduce del griego “queilos”, que se utiliza para referir al: Órgano del habla (Mt. 15;8; Mr. 7:6), específicamente en el acto de honrar a Dios. Y el honrar es hacer la voluntad del Padre. Muchos creen que si hacen esto (Confesar El Nombre de Jesus) son verdaderamente salvos, pero Mateo 7:21 nos enseña que la única forma que Jesús se sienta orgulloso de nosotros es haciendo la voluntad del Padre. El diccionario Vine anota que el “honrar de labios” tiene un significado más profundo que el de palabras vacías, se “refiere a una costumbre judía de llevarse a la boca la borla del taled (pieza de lana usado para cubrirse la cabeza y cuello durante la oración), como señal de aceptación de la ley en el corazón”. Por ello debemos cuidar que todo lo que salga de nuestra boca honre al Señor (Lc. 18:11:14).
Ahora bien, “confesar” viene del griego “jomologeo” que significa: Hablar la misma cosa, asentir, estar de acuerdo y en Hebreos 13:15 se refiere específicamente a confesar con una celebración de alabanza. Esto nos enseña que el fruto de labios que confiesa el nombre del Señor, es la alabanza que debemos elevar hacia Él, agradeciendo, proclamando y cantando sus misericordias en expresión de la gratitud de nuestro corazón. Debemos pedirle al Señor que nuestro corazón sea una buena tierra, para que la semilla que Él plante fructifique y podamos dar el Fruto precioso. El Señor es paciente con nosotros por eso nos envía su lluvia temprana y tardía (Stg. 5:7), porque quiere comer del fruto (1 Co. 9:7), por ello debemos hacer morir lo terrenal por medio de la vida de Cristo, ya que sólo unidos a Él produciremos frutos (Ro. 7:4).

CONCLUSIÓN:

Así que hermanos en la fe, no se dejen engañar cuando un falso ministro ubica sus OBRAS delante de los hombres, como si fueran sus FRUTOS, ya que de por si, ese es el Fruto de los falsos: ORGULLO, PREPOTENCIA, VANAGLORIA y FALSA HUMILDAD.

No juzgamos a nadie, más bien hacemos esto: "Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas. (Efesios 5:11)


PUEDES TENER BUENAS OBRAS (Frente a los hombres) PERO ESO NO SIGNIFICA QUE TENGAS BUENOS FRUTOS (Delante de Dios).


Por sus frutos los conoceréis (A los falsos profetas) . Mateo 7.16