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Dios le bendiga. Bienvenido a la página oficial del Ministerio Alma de Dios y en este blog encontrarás los estudios biblicos más importantes que usted deberá leer como creyente en el Verdadero Evangelio. Somos creyentes de Jesucristo guardándonos de todas las inmundicias que trae consigo la Apostasia inminente de la que habla Jesús en Mateo 24. Hagamos como los hermanos de Berea, siendo atalaya de su evangelio a miles de creyentes que no conocen la correcta doctrina bíblica.

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¿No Juzguéis para que seas Desviado?

No Juzguéis…

Una de las declaraciones más conocidas de Jesús, es la que encontramos en Mateo 7:1: “No juzguéis para que no seáis juzgados.” Lamentablemente, estas palabras no siempre son citadas con la misma intención y significado con que el Señor Jesucristo las pronunció en el Sermón del Monte. Alguien dijo una vez, y con sobrada razón, que un texto fuera de contexto se convierte en un pretexto. Y si algo viene a ser evidente al considerar el contexto en que estas palabras fueron pronunciadas, es que no debemos entenderlas como una prohibición absoluta de pasar juicio sobre las acciones y creencias de los demás. Inmediatamente después de esta declaración, el Señor Jesucristo advierte a sus discípulos que no debían dar lo santo a los perros ni echar sus perlas a los puercos, refiriéndose al hecho de que hay ciertas contextos en los que podría ser contraproducente compartir el evangelio (Mateo 7:6). Un poco más adelante exhorta a su auditorio a entrar por la puerta estrecha que lleva a la salvación, en vez de escoger la puerta ancha de un pseudo cristianismo que evade las demandas de la fe y el arrepentimiento (Mateo 7:13-14). E inmediatamente después el Señor pronuncia su advertencia contra los falsos profetas “que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15-16).

Todas estas advertencias presuponen la capacidad de discriminar entre la verdad y el error, la virtud y el vicio, la justicia y la injusticia; nos llaman a pasar juicio sobre las creencias, el carácter y la conducta, tanto de nosotros como de otros. Lo que Jesús prohíbe en Mateo 7:1 es que pasemos juicio sobre los demás como lo hacían los fariseos: asumiendo una postura de superioridad, deseosos de encontrar faltas ajenas, enfatizando muchas veces cosas totalmente irrelevantes y completamente enceguecidos en cuanto a las faltas propias. De ahí las palabras que siguen a continuación: “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?” (Mateo 7:3-4). Debemos sacar primero nuestra viga, pero no debemos anular nuestro discernimiento. El mismo Señor Jesucristo dice en otra ocasión: “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24). La capacidad para juzgar es un medio de protección del que no podemos prescindir.

Por Sugel Michelén
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