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Dios le bendiga. Bienvenido a la página oficial del Ministerio Alma de Dios y en este blog encontrarás los estudios biblicos más importantes que usted deberá leer como creyente en el Verdadero Evangelio. Somos creyentes de Jesucristo guardándonos de todas las inmundicias que trae consigo la Apostasia inminente de la que habla Jesús en Mateo 24. Hagamos como los hermanos de Berea, siendo atalaya de su evangelio a miles de creyentes que no conocen la correcta doctrina bíblica.

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Por quiénes probó Jesús la muerte

Hebreos 2:9
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.

¿Por todos?
Así que mi pregunta es esta: "¿Por quiénes probó Jesús la muerte?" Pregúntele a 100 cristianos evangélicos  y 95 dirán, probablemente: "Por todos". Y hay algo saludable en esa respuesta, y también algo enfermizo. Lo saludable es que no es una respuesta elitista, exclusivista, o sectarista. Tiene un ojo puesto en el mundo. Quiere que todos disfruten el perdón de pecados que disfrutan los creyentes. No es una respuesta estrecha y limitada a sus sentimientos.

Trata de expresar la verdad bíblica de que de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito para que todo aquel que en el crea, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16). Es saludable y bueno creer que todo el que tiene fe (no importa de qué raza, o educación, o nivel intelectual, o clase social, o religión previa), todo el que ponga fe en Jesucristo es justificado y acepto delante de Dios por la sangre derramada de Jesús. Es saludable y correcto creer que nadie puede decir: "Realmente quiero ser salvo mediante la fe en Jesús, pero no puedo porque Él no murió por mí". Nadie puede decir algo así. No hay una sola persona, que crea verdaderamente, por la cual Jesús no haya probado la muerte.

Hay muchas razones por las que esta respuesta (que Jesús probó la muerte por todos) es una señal de salud espiritual. Una de las razones más obvias está justo aquí en nuestro texto, Hebreos 2:9:

Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.

La respuesta que el 95% de los evangélicos darían es una señal saludable de un deseo de decir lo que la Biblia dice.

Pero decir lo que la Biblia dice, y expresar lo que la Biblia expresa, no es necesariamente lo mismo. Es por esta razón que dije que hay algo saludable en responder a la pregunta: "¿Por quiénes probó Jesús la muerte?", diciendo: "por todos". Lo que no es saludable en esa respuesta es, primeramente, que es incorrecta. Pudiera no estar equivocada. Depende de qué quiere decir usted al dar esa respuesta. Lo enfermizo es que no logra expresar lo que Jesús realmente alcanzó con su muerte. Asume que todos sabemos lo que Él logró y que lo logró para todos de la misma forma. Esto no es saludable, porque no es cierto. Mi suposición es que la mayoría en ese 95% quienes dicen que Jesús murió por todos, tendrían dificultad para explicar qué es lo que realmente logró la muerte de Jesús para todos (especialmente, ¿qué logró para los que rehúsan creer y van hacia el infierno?)

Entonces, ¿Por qué no todos son salvos?
En otras palabras, no es saludable decir que Jesús probó la muerte por todos y no saber qué logró Jesús realmente al morir. Suponga que usted me dice: "Creo que Jesús murió por todos", y yo le respondo: ¿Por qué, entonces, no todos son salvos?" Su respuesta sería, probablemente: "Porque tienes que recibir el don de salvación; tienes que creer en Cristo para que su muerte cuente para ti". Estoy de acuerdo, pero entonces digo: "Entonces, ¿usted cree que Cristo murió por personas que le rechazarían e irían al infierno de la misma forma en que murió por los que le aceptan y van hacia el cielo?" Usted dice: "Sí, la diferencia es la fe de los que van al cielo. La fe te conecta con los beneficios de la muerte de Jesús".

Hay muchos problemas aquí. Solo mencionaré uno. Y permaneceré en él porque, si esto es lo que usted cree, entonces está perdiéndose las profundidades del pacto de amor que Dios tiene para usted en Cristo, interpretándolo como el mismo amor que tiene por los que le rechazan. Y usted está, de una manera seria, descuidando "una salvación tan grande" lo que, como vimos en Hebreos 2:3, no debemos hacer. Hay una grandeza en ser amados con el amor del Calvario, una grandeza que usted nunca conocerá si cree que Cristo amó y entregó su vida por los que están en el infierno de la misma forma que por usted.

Sería como si una esposa insistiera que su esposo la ama y se sacrifica por ella de la misma forma en que ama y se sacrifica por todas las mujeres del mundo. Pero, de hecho, Pablo, el apóstol, dice en Efesios 5:25-27:

Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Es esto lo que queremos expresar cuando decimos que Él murió por la iglesia, su esposa. En otras palabras, hay un pacto precioso e inmensurable de amor entre Cristo y su novia que le llevó morir por ella. La muerte de Jesús es diferente para la novia de Cristo que para los que perecen.

Este es el problema de decir que Cristo murió por todos, de la misma forma en que murió por su novia. Si Cristo murió por los pecados de los que al final se pierden, de la misma forma en que murió por los pecados de los que al final son salvos, entonces ¿por qué son castigados los que se pierden? ¿Fueron cubiertos sus pecados y cancelados por la sangre de Jesús? ¿o no? Los cristianos dicen: "Cristo murió por nuestros pecados" (1ra a los Corintios 15:3). Y lo que queremos decir es que su muerte pagó la deuda que crearon esos pecados. Su muerte quitó la ira de Dios de sobre mí. Su muerte levantó la maldición que había sobre mí por causa de la ley. Su muerte compró un cielo para mí, ¡Su muerte, realmente, logró todas esas cosas!

Pero, ¿qué implicaría decirle a un incrédulo en el infierno, que Cristo murió por sus pecados? ¿Le estaríamos diciendo que fue pagada la deuda por sus pecados? Si así fuera, ¿por qué está pagando nuevamente en el infierno? ¿Le estaríamos diciendo que la ira de Dios fue quitada? Si así fuera, ¿por qué es que la ira de Dios está siendo derramada sobre él en castigo por sus pecados? ¿Le estaríamos diciendo que le fue quitada la maldición de la ley? Si así fuera, ¿por qué está llevando su maldición en el lago de fuego?

Una respuesta posible es: pudiera decirse que la única razón por la cual las personas van al infierno es el pecado de rechazar a Jesús, y no por todos los otros pecados de su vida. Pero eso no es cierto. La Biblia enseña que la ira de Dios viene sobre el mundo, no solo porque ha rechazado a Jesús, también por sus muchos pecados que no son perdonados. Por ejemplo, en Colosenses 3:5-6, Pablo se refiere a "la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia", y luego dice: "Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas". Así que las personas que rechazan a Jesús serán, en realidad, castigadas por sus pecados específicos, no solo por rechazar a Jesús.

¿En qué sentido probó Jesús la muerte por una persona en el infierno?
Por tanto, regresando al problema: ¿en qué sentido probó Cristo la muerte por sus pecados? Si todavía son culpables por sus pecados y aun sufrirán el castigo por sus pecados, ¿qué sucedió en la cruz por sus pecados? Quizás alguien utilizaría una analogía. Pudiera decir: Cristo adquirió su ticket para el cielo, y se los ofreció gratuitamente, pero ellos no lo quisieron, y es por eso que están en el infierno. Y en parte tendría razón. Cristo sí ofrece gratuitamente su perdón para todos, y cualquiera que lo reciba como el tesoro que es, será salvo por la muerte de Jesús. Pero el problema con la analogía es que la adquisición del ticket para el cielo es, en realidad, el perdón de los pecados. Pero lo que hemos visto es que los que rechazan el ticket son castigados por sus pecados, no solo por rechazar el ticket. Y entonces, ¿qué sentido tiene decir que sus pecados son cancelados? Sus pecados les llevarán a la destrucción y les impedirán ir al cielo; así que sus pecados no son realmente cancelados en la cruz, y por tanto no habían adquirido el ticket.

El ticket para el cielo que Jesús obtuvo por mí, mediante su sangre, es la limpieza de todos mis pecados, cubriéndolos, llevándolos sobre su propio cuerpo, para que nunca me lleven a la destrucción, nunca más podrán ser traídos sobre mí, nunca. Es lo que sucedió cuando Él murió por mí. Hebreos 10:14 dice: "Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados". ¡Perfectos delante de Dios para siempre, mediante la ofrenda de su vida! Significa que Él murió por mí. Hebreos 9:28 dice: "así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos" Él llevó mis pecados. Él realmente los llevó (vea Isaías 53:4-6). Él realmente sufrió por ellos. Ellos no pueden, y no caerán sobre mi cabeza en juicio.

Si usted me dice, entonces, que en la cruz, Cristo solo realizó por mí lo que realizó por los que sufrirán en el infierno por sus pecados, entonces usted desnuda a la muerte de Jesús de su efectivo éxito actual a mi favor, ¿y con qué me deja?, con una expiación que ha perdido su precioso poder asegurador de que mis pecados realmente fueron cubiertos y que la maldición realmente fue levantada, y que la ira de Dios realmente fue quitada. Ése es un alto precio a pagar para poder decir que Cristo probó la muerte de la misma forma por todas las personas.

No creo que la Biblia nos mande o, de hecho, nos deje decir que Cristo murió por todos de la misma forma. Y el contexto de Hebreos 2:9 es un buen lugar para mostrar que la muerte de Cristo tenía un propósito o designio especial para el pueblo escogido por Dios, no para otro pueblo.

¿Qué quiere decir "todos"?
Al final del versículo 9, el escritor dice que Cristo vino "para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos". La pregunta es si "todos" se refiere a cada ser humano sin distinción, o si se refiere a todos en un grupo específico. Como cuando digo "¿están todos presentes?" No me refiero a todos en el mundo. Me refiero a todos en el grupo que tengo en mente. ¿Cuál es el grupo que el escritor tiene en mente: toda la humanidad sin distinción, o algún otro grupo?

Dejemos que él responda mientras seguimos sus pensamientos en los siguientes versículos. El versículo 10 es el apoyo para el versículo 9: Cristo probó la muerte por todos "Porque convenía que aquel para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos". En otras palabras, inmediatamente después de decir que por la gracia de Dios Cristo probó la muerte por todos, el escritor explica que el propósito de Dios en este sufrimiento era llevar "muchos hijos a la gloria". Así que los versículos 9 y 10 van juntos así: Cristo probó la muerte por todos, porque a Dios le convenía que la manera de llevar a sus hijos a la gloria fuera mediante los padecimientos y la muerte de Cristo.

Esto significa que el "todos" del versículo 9, probablemente se refiere a cada uno de los hijos que son llevados a la gloria en el versículo 10. En otras palabras, el designio de Dios -el propósito y la meta de Dios- al enviar a Cristo a morir, era llevar particularmente a sus hijos, del pecado y la muerte y el infierno, hacia la gloria. Él tenía puesto un ojo especial sobre sus propios hijos elegidos. Es exactamente lo que dice el evangelio de Juan en el 11:52, que Jesús moriría "para reunir en uno a los hijos de Dios que están esparcidos". Estos "hijos de Dios", por quienes Cristo murió para reunirles, son los "hijos" a quienes Dios está llevando a la gloria mediante la muerte de Cristo en Hebreos 2:10.

Esto también puede verlo en los versículos siguientes. Versículos 11 y 12:

Porque tanto el que santifica [entiéndase: Cristo] como los que son santificados [los hijos que él lleva hacia la gloria], son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo [en el Salmo 22:22]: ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CONGREGACION TE CANTARE HIMNOS.

En otras palabras, los hijos que Dios está llevando a la gloria mediante la muerte de Cristo son ahora llamados hermanos de Cristo. Fue por cada uno de ellos que Cristo probó la muerte.

El versículo 13 continúa y les llama, no solo hermanos, también en otro sentido, hijos de Cristo:

Y otra vez: YO EN EL CONFIARÉ [la confesión de fe de Cristo acerca de su Padre y junto a sus hermanos]. Y otra vez: HE AQUI, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO.

Fíjese, los hijos que son llevados a la gloria, mediante la muerte de Cristo, son ahora llamados los hijos que Dios le ha dado a Cristo. Ellos simplemente no se volvieron hijos al escoger a Cristo. Dios extiende su favor sobre ellos y les trae a Cristo (y los entrega a Cristo). Y por cada uno de ellos probó la muerte y les llevó a la gloria. Esto es exactamente lo que Jesús dijo de sus propios discípulos en la oración de Juan 17:6: He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste". Así que la imagen que tenemos es la de un pueblo escogido, a quien el Padre, por su gracia, entrega a Jesús como hijos.

Vea entonces cómo los versículos 14-15 relacionan el propósito de la encarnación y la muerte de Cristo con este grupo de hijos escogidos:

Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre [en otras palabras, como aquellos que le fueron entregados al Hijo por el Padre tenían naturaleza humana], Él igualmente participó también de lo mismo [de la naturaleza humana], para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida [es decir, cada uno de estos hijos y hermanos que Dios le había dado para que los llevara a la gloria mediante su muerte].

Así que aquí la razón dada para la encarnación y la muerte de Jesús (en el versículo 14) es que los "hijos" participaban en carne y sangre. Es por esta razón que Cristo tomó forma de carne y sangre. Y los "hijos" según el versículo 13, no son los humanos en general, sino hijos que Dios ha dado a Jesús. Y por esa razón el designio total y el propósito de la encarnación y muerte de Jesús era llevar a la gloria a los hijos, los hermanos, los niños, que Dios había dado a Jesús.

Su fe fue comprada por la muerte de Cristo

Ahora me detendré aquí en nuestro texto, aunque podríamos continuar por el resto de este capítulo mostrando que el propósito de Dios en el envío y muerte de Jesús era lograr algo definido para sus hermanos, sus hijos, los que Dios le había entregado del mundo. Pero me detendré y concluiré con una aplicación.

No estoy interesado, en lo más mínimo, en ocultar el infinito valor de la muerte de Cristo para todos. Que se conozca y se escuche claramente: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él [lo digo de nuevo, para que todo aquel que cree en Él], no se pierda, mas tenga vida eterna". Cristo murió para que todo aquel (en este salón en esta mañana) que cree en Él no perezca sino que tenga vida eterna.

Y cuando usted cree como debe creer, descubrirá que su fe, como todas las otras bendiciones espirituales, fue adquirida por la muerte de Cristo. El pecado de la incredulidad fue cubierto por la sangre, y por tanto, el poder de la misericordia de Dios fue liberado a través de la cruz para subyugar nuestra rebelión y traernos al Hijo. Usted, mediante la fe, no hizo que la cruz fuera efectiva en su vida. La cruz se hizo efectiva en su vida cuando ella compró su fe.

Por tanto, gloríese en esto, cristiano. Gloríese porque sus pecados fueron cubiertos cuando Jesús probó la muerte por usted. Gloríese porque su culpa fue eliminada cuando Jesús probó la muerte por usted. Gloríese porque la maldición de la ley fue verdaderamente levantada, y porque la ira de Dios fue realmente quitada, y porque la preciosa fe que le une a usted con todo este tesoro en Cristo, fue un regalo comprado por la sangre de Cristo.

Cristo probó la muerte por todo el que tiene fe. Porque la fe de todo el que cree fue comprada por la muerte de Cristo.

Si quiere meditar un poco más en este asunto vea:

1ra a Timoteo 4:10
Efesios 5:25-27
Tito 2:14
Juan 10:15; 11:52; 17:6, 9, 19
Hechos 20:28
Apocalipsis 1:5; 3:9; 5:9
Romanos 8:28-32
1ra de Juan 2:2 (compare John 11:52)
2da de Pedro 2:1

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LAS DOS PUERTAS


Puerta: Barrera física establecida o colocada para restringir o permitir el acceso o salida hacia un determinado sitio”.


En el libro de San Mateo, capítulo 7 versículo 13 y 14 nos menciona que existen dos puestas y dos caminos. Una puerta ancha que permite el acceso hacia un camino espacioso que lleva a muerte y perdición eterna por la cual muchos entran; y otra puerta que es angosta la cual permite el acceso hacia un camino estrecho, que lleva a salvación y vida eterna, que pocos  hallan y por la cual pocos entran.
 
 
Cuando compartimos este pasaje de la Escritura en la congregación, muchas veces llegamos a la conclusión de que la puerta ancha y el camino espacioso, en éste tiempo una misma cosa son, y representan el MUNDO, el sistema impuesto por satanás para gobernar, engañar y llevar a cautividad y perdición a los hombres; y también concluimos que la puerta estrecha y el camino angosto representan a nuestro Señor Jesucristo quien no da la salvación y la vida eterna (San Juan 14:6).
 
En el libro de San Juan 10:9 nuestro Señor Jesucristo dice: “Yo soy la Puerta: el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”. Al traer a memoria nuevamente el libro de San Mateo 7:13, 14, que nos menciona que debemos entrar por la “Puerta estrecha”, surgiría un interrogante: ¿Existen dos Jesús ya que se mencionan dos puertas?. La respuesta a tal pregunta es “NO”. El Señor uno es, y él dijo en el libro de San Mateo 24:24, que se levantarían falsos cristos y falsos maestros después de su partida, los cuales engañarían a muchos y llevarían a cautividad a las ovejas. Una vez entendido esto, comprendemos que la palabra dada por nuestro Señor Jesucristo en San Mateo 7: 13, 14, se refiere al falso cristo o predicador de salvación y un camino ancho o evangelio pervertido que enseña, y de Cristo como el único salvador, y el camino estrecho o evangelio verdadero que nos revela a través de su palabra (Jn 5:39).
 
La puerta ancha representa todo aquel predicador (pastor,  apóstol, evangelista, maestro o profeta), que se ha desviado de la fe por amor al dinero, la fama y gloria y que habiendo sido encargado por Dios para enseñar e instruir a las ovejas para salvación, enseña un evangelio libertino, un evangelio libre de restricciones donde solo pregona de la prosperidad, que solo basta hacer una oración de fe para ser salvo, que solo basta entregar la ofrenda a él o a un predicador “bendecido” para poder ser prosperado por Dios, que nuestro Padre Celestial puede conceder lo que deseamos en el corazón si se visualiza y declara (ordena), y en fin, aquel predicador que enseña mandamientos y doctrinas contrarias a la voluntad de Dios. Esta herejía es palpable en muchos lugares por lo cual podemos inferir que la venida del Hijo del Hombre esta cada vez más cerca.
 
Esta puerta ancha, falso cristo o falso predicador enseña una falsa fe, una falsa esperanza de salvación. Predican lo que le conviene de la palabra de Dios, y no expone sobre la naturaleza del Pecado y sus consecuencias, sobre el arrepentimiento de obras muertas, sobre la avaricia, la fornicación, la lujuria, el juicio y la justicia divina de Dios (Ga. 5:19-21). Engaña a las ovejas y ésta transitan por el camino que el falso predicador les muestra. Muchos son los que prefieren este evangelio, les agrada este tipo de predicador que no les corrige ni predica del pecado y juicio de Dios, y aun se convierten en sus discipulos que buscan más almas para perdición. Les agrada seguir fornicando con el MUNDO y vivir conforme a los deseos del corazón. 
La puerta estrecha representa a nuestro Señor Jesucristo, el misterio de la creación escondido desde tiempos antiguos y que Dios nos ha revelado por su infinita misericordia, el único y verdadero salvador. El camino estrecho representa el evangelio predicado por Cristo. Un evangelio marcado por restricciones, topes, limites, donde se debe caminar con mucho cuidado para no desviar ni a izquierda ni a derecha, donde se debe caminar guiado por el Espíritu Santo de Dios, y donde se debe perseverar hasta el final para poder ser salvo, lo cual no le agrada a muchos. Razón tiene nuestro Señor Jesucristo cuando dice que muchos son los llamados y pocos los encogidos que entran por la puerta estrecha, pero tambien pocos son fieles que estando en el camino llegan hasta el final.
 
Por que puerta deseas entrar? Por que camino deseas transitar? Tú decides, pero recuerda si el predicador donde te congregas no habla del pecado, del arrepentimiento, ni de la justicia y del jucio de Dios, ¡huye! ya que estas en el lugar equivocado.

Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad (Mt 7:23, 23)”

Hno. Alexis Atencio B.
Iglesia Cristiana Internacional Los Redimidos del Cordero
Soledad (Atlántico) - Colombia

La Gloria de Dios, la Perdición del Hombre, y el Evangelio de Cristo

El Pastor Platt nos presenta, por la Palabra de Dios, primero lo glorioso que es nuestro Dios, luego expone cómo Dios ve al hombre en su perdición por el pecado y finalmente cómo el Evangelio de Cristo nos salva de la merecida condenación por nuestro pecado. Todo esto aplicado al plano misionero nos motiva a cumplir con gozo la “Gran Comisión” de llevar este glorioso Evangelio hasta los confines de la Tierra.


ATENCIÓN!!!! NUEVO BLOG

Los últimos tiempos han llegado, pero muchos están ciegos y no se dan cuenta de la conspiración que se hace en todo el mundo para la implementación del gobierno del hombre de pecado, llamado por Juan como la BESTIA, el "Anticristo". En esta oportunidad, el Ministerio AlmadeDios, presenta un blog donde ordenamos los temas  relacionados con el Anticristo, las profecías de los últimos tiempos y las noticias más importantes como Reloj Profético.  Espero sea de mucha ayuda, para entender las Señales de los Últimos Tiempos, LOS POSTREROS DÍAS.

Clic en la imagen para Redireccionar al Blog

¿DEBEMOS HACER PACTOS DE DINERO CON DIOS?

¿Son bíblicos los pactos financieros? El primer registro de un compromiso específico de aportar recursos a Dios a cambio de bendición, está en el libro del Génesis y fue planteado por Jacob: "E hizo Jacob voto, diciendo: Si fueres conmigo, y me guardares en este viaje en que voy, y me dieres para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será de mi Dios, y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti"(Génesis 28:20-22).


Este es el conjunto de versículos que utilizan como basamento quienes negocian con Dios. Ahora ¿Por qué utilizo esta expresión? Porque no encuentro otro término para designar a quienes ofrendan a Dios o a determinado proyecto cristiano con la aspiración de obtener algo a cambio. ¿Cómo se le llama a esa actitud? ¿Fe o negociar? A menos que esté equivocado y alguien me diga lo contrario, ese es un negocio más carnal que cualquiera otra cosa.

¿Hay fundamento Escritural?

¿Qué leemos en la Biblia?"Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas"(Lucas 12:29-31).

Hay quienes han cambiado el orden de las prioridades y buscan primero las "añadiduras" para después servir al reino de Dios. Luego andan preguntándose por qué están espiritualmente estancados o en camino de retroceso. Los cristianos estamos llamados a testimoniar nuestra fe dependiendo de Dios y no de las estrategias orientadas a conseguir dinero. Lo más escandaloso y grave es que haya pastores que se presten a ese juego. Lease Jueces 8:32, el dios de los pactos con dinero se llama Baal Berit.

He escuchado, por ejemplo, decir que Cristo tenía los vestidos más lujosos de la época y que comía los manjares propios del "Rey de reyes". Inmediatamente me asaltan una serie de preguntas: ¿Por qué nació entonces en un pesebre? ¿Cuál es la razón por la que, al morir, lo enterraron en una tumba prestada?

En cierta ocasión el Maestro dijo: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo sus nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza"(Mateo 8:20).

Si desea una respuesta tajante: No hay basamento bíblico para que el nombre de Cristo, se hagan ese tipo de colectas. Y voy más allá: estoy convencido que antes que un beneficio, le causan un enorme perjuicio a la causa del evangelio.

Pastor Fernando Alexis Jiménez

LA CIENCIA NOS ACERCA A DIOS

(Hecho biográfico ocurrido en 1892)


Un señor de unos 70 años viajaba en el tren, teniendo a su lado a un joven universitario que leía su libro de Ciencias. El caballero, a su vez, leía un libro de portada negra. Fue cuando el joven percibió que se trataba de la Biblia y que estaba abierta en el Evangelio de Marcos.

Sin mucha ceremonia, el muchacho interrumpió la lectura del anciano y le preguntó:

- Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos?

- Sí, mas no es un libro de cuentos, es la Palabra de Dios. ¿Estoy equivocado?

- Pero claro que lo está. Creo que usted señor debería estudiar Historia Universal. Vería que la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la miopía de la religión.

Solamente personas sin cultura todavía creen que Dios hizo el mundo en 6 días. Usted señor debería conocer un poco más lo que nuestros Científicos dicen de todo eso.

- Y... ¿es eso mismo lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?

- Bien, como voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo con la máxima urgencia.

El anciano entonces, con mucha paciencia, abrió cuidadosamente el bolsillo derecho de su bolso y le dio su tarjeta al muchacho. Cuando éste leyó lo que allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una ameba. En la tarjeta decía:


Profesor Doctor Louis Pasteur
Director General del Instituto de Investigaciones Científicas
Universidad Nacional de Francia.


'Un poco de Ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima'.
Dr. Louis Pasteur

Después de la Prueba viene la Paz


Hoy tengo para ti una historia, pero voy a comenzar con lo que Santiago nos dice: "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas". Santiago 1:2 (Reina-Valera)



Hacía algunos meses que Maira olvidaba las cosas. Su mente retrocedía, acelerada, hacia algún lugar donde ella se escondía. En ese extraño mundo, el olvido no tenía importancia; ni los recuerdos. Tampoco la alegría o la tristeza. Aquel universo estaba construido de vacío. Ella andaba, aparentemente insensible, por los rincones de su propio universo.

Pero, la familia sufría. La tenían como referente. El esposo había fallecido varios años atrás, y ella era el alma de la casa. Verla en ese estado los dejaba como un día sin sol.
Fue en esas circunstancias que la hija mayor me buscó, con una pregunta: ¿Por qué Dios no la hace descansar? ¿Qué sentido tiene la vida, en ese estado?

¡Pruebas! Las encontramos todos los días. El versículo de hoy usa la expresión "diversas pruebas". El enemigo viene por todos los lados: es la pérdida del empleo; un divorcio doloroso; el descubrimiento de que el hijo está en las drogas; la traición del mejor amigo; las injusticias del trabajo, en fin...

Pero, Santiago dice que debes alegrarte cuando te veas atravesando el valle de las pruebas. ¿No es demasiado pedir? En el original griego, la palabra "pruebas", peirasmos, literalmente significa estado de lucha mental en el que te ves inclinado a separarte de Dios.

Tal vez, esto lo explique todo. Cuando el enemigo coloca pruebas en tu camino, su objetivo es separarte de Dios; hacerte creer que es el Señor quien te envía el dolor. Si en ese momento te vuelves en contra de Dios, el enemigo ha logrado su objetivo. Pero, si en el instante de la prueba te vuelves hacia Dios, entiendes que el dolor puede constituir un instrumento de edificación.

Todo depende de la perspectiva de la realidad. El presente estado de cosas no es el fin; no juzgues las actitudes divinas cuando el trabajo aún no ha sido terminado. Si tu visión del mundo es materialista, las pruebas son motivo de tristeza. Si es espiritual, serán motivo de agradecimiento y de gozo. Es en el fuego que el oro se refina. ¡Y tú eres oro!

Si continuamos leyendo lo que santiago nos dice podremos ver más alla de las pruebas: "pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada." Santiago 1.2-4 (NVI) Esta es una promesa maravillosa! Te está diciendo, amigo, que si superas la prueba serás más constante, y esta constancia te llevará a FELIZ término, serás perfecto e íntegro y, presta atención a esto: SIN QUE NADA TE FALTE.
Por eso hoy, a despecho de lo que puedas estar viviendo, levanta las manos al cielo y agradece. Después, parte confiado para enfrentar las dificultades de la vida. Y "Considérate muy dichosos cuando tengas que enfrentarte con diversas pruebas, pues ya sabes que la prueba de tu fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término laobra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada." 

¿No Juzguéis para que seas Desviado?

No Juzguéis…

Una de las declaraciones más conocidas de Jesús, es la que encontramos en Mateo 7:1: “No juzguéis para que no seáis juzgados.” Lamentablemente, estas palabras no siempre son citadas con la misma intención y significado con que el Señor Jesucristo las pronunció en el Sermón del Monte. Alguien dijo una vez, y con sobrada razón, que un texto fuera de contexto se convierte en un pretexto. Y si algo viene a ser evidente al considerar el contexto en que estas palabras fueron pronunciadas, es que no debemos entenderlas como una prohibición absoluta de pasar juicio sobre las acciones y creencias de los demás. Inmediatamente después de esta declaración, el Señor Jesucristo advierte a sus discípulos que no debían dar lo santo a los perros ni echar sus perlas a los puercos, refiriéndose al hecho de que hay ciertas contextos en los que podría ser contraproducente compartir el evangelio (Mateo 7:6). Un poco más adelante exhorta a su auditorio a entrar por la puerta estrecha que lleva a la salvación, en vez de escoger la puerta ancha de un pseudo cristianismo que evade las demandas de la fe y el arrepentimiento (Mateo 7:13-14). E inmediatamente después el Señor pronuncia su advertencia contra los falsos profetas “que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15-16).

Todas estas advertencias presuponen la capacidad de discriminar entre la verdad y el error, la virtud y el vicio, la justicia y la injusticia; nos llaman a pasar juicio sobre las creencias, el carácter y la conducta, tanto de nosotros como de otros. Lo que Jesús prohíbe en Mateo 7:1 es que pasemos juicio sobre los demás como lo hacían los fariseos: asumiendo una postura de superioridad, deseosos de encontrar faltas ajenas, enfatizando muchas veces cosas totalmente irrelevantes y completamente enceguecidos en cuanto a las faltas propias. De ahí las palabras que siguen a continuación: “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?” (Mateo 7:3-4). Debemos sacar primero nuestra viga, pero no debemos anular nuestro discernimiento. El mismo Señor Jesucristo dice en otra ocasión: “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24). La capacidad para juzgar es un medio de protección del que no podemos prescindir.

Por Sugel Michelén
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UNCIÓN O FUEGO EXTRAÑO


El “Caer” o “Derribar”, se puede deducir que tienen en común que siempre se refieren a una persona o cuerpo que, mediante movimiento, cambia de posición hacia abajo; en el caso de las personas estas están de pie y luego en el suelo. Este es el caso de las caídas que pueden verse en la actualidad en muchas iglesias modernas.
Generalmente, cuando los cristianos modernos caen de sus propios pies, lo hacen durante un servicio religioso, donde un pastor, o líder espiritual, está ejerciendo cierta influencia religiosa sobre sus oyentes. El ejemplo más usual es aquel donde el líder  esta orando, reprendiendo, intercediendo, etc. y mediante palabras, gestos o toque físico “transmite algo" que produce que uno o varios de sus oyentes caigan al suelo; en la casi totalidad de los casos hacia atrás, es decir, de espaldas.
Es muy frecuente observar la presencia de otras personas que sostienen en sus brazos a quien cae, de forma que el desplazamiento se ve interrumpido por una persona que evita que el golpe con el suelo sea peligroso. En ocasiones, cuando hay una cantidad de personas que impide que la caída sea hacia atrás, o de espaldas, es común ver que las personas se “desploman", como si fueran desconectadas de una fuente de energía que los mantenía de pie.

Estos sucesos son referidos como “caerse en el Espíritu Santo" o “ser derribado por el Espíritu Santo". De esta afirmación es deducible que lo que el oficiante transmite mediante sus manos o discurso es bien el Espíritu Santo mismo, o algún tipo de poder de parte de Este, que produce tal suceso en sus oyentes.
A lo “transmitido" por el oficiante también se le llama el “toque del Espíritu Santo", haciendo referencia al resultado del tal, es decir, la caída de quien lo recibe. En muchas ocasiones durante la “caída" se emiten sonidos parecidos a los de ciertos mamíferos tales como lobos, perros, leones entre otros. También es común observar  temblores involuntarios, risa descontrolada, gestos manuales y faciales, retorcimientos etc.
El presente artículo analiza una “caída" con un estilo sencillo. Supóngase un líder espiritual de cierta iglesia evangélica durante un oficio religioso, en un momento determinado este levanta sus manos hacia el auditorio y varias personas caen. Para muchos cristianos esta escena es el resultado de la obra del Espíritu Santo a través del oficiante (emisor o instrumento) y hacia el auditorio (receptor). En lo adelante, se analizará este hecho a la luz de las Escrituras, la cual ya se explicó  anteriormente, es la completa revelación de Dios a los hombres.

Las “caídas" registradas en La Biblia

En las Sagradas Escrituras es común encontrar que las personas caen ante determinados sucesos; generalmente como símbolo de reverencia y sumisión ante Dios mismo (Levítico 9:24, Jueces 13:19-23) o ante alguien de mayor autoridad (II Reyes 2:16) como era el estilo oriental de la época. Es por esta razón que muchas veces en la versión Reina Valera 1960 la traducción es “caer postrado" o sencillamente “postrado", como el ejemplo del falso dios 

filisteo Dagón ante el arca de Dios (I Samuel 5:3-5), donde la palabra “caer" no aparece. Postrarse ante Jehová es además un mandato, lo cual indica la necesaria humillación del hombre ante la Santa Presencia de Dios, tal y como se ordena en I Crónicas 16:29 y como demuestran de forma práctica pasajes como David ante el Ángel de Jehová en I Crónicas 21:16 y Salomón y todo el pueblo en II Crónicas 7:3.

Como puede apreciarse del comentario anterior, “caer" o postrarse, en el antiguo testamento en forma de adoración es una práctica sólo con respecto a Dios, y generalmente las citas bíblicas que recogen tales sucesos enmarcan la escena con Dios mismo dentro de ella. Escenas como la de Pedro y Cornelio ya en el Nuevo Testamento (Hechos 10:25-27) nos confirman que postrarse para adorar es sólo permitido cuando el objeto de tal adoración es Dios mismo.
Hasta aquí puede observarse que los que caen postrados, en actitud de adoración, lo hacen ante la presencia misma de Dios, y el hecho de postrarse para adorar otra cosa que no sea Dios mismo es pecado, tal y como lo demuestra el mandamiento Éxodo 20:4-5.

Es de notar que en lo mostrado hasta ahora, siempre que alguien “cae" postrado para adorar, y tal acción no es reprobable, no es sino ante la presencia misma de Dios. En los casos analizados hasta ahora, la “caída" implica conciencia de lo que está sucediendo, pues no es con otro fin que adorar a Dios; de aquí se desprende que los ejemplos citados no son “caídas involuntarias" o inconscientes, sino que por el contrario, son el resultado de la necesidad de adorar a Dios.

Puede concluirse de todo lo anterior, - que estas caídas no guardan semejanza alguna con la forma en que caen muchos cristianos modernos en los servicios religiosos, pues estos últimos lo hacen en un estado inconsciente y mediante la operación de algún oficiante, quien es el que “imparte" la “fuerza" para que se produzca la caída. En los versículos analizados no existe evidencia de que alguien disponga de tal “poder" o de que Dios haya usado a alguien con el objetivo de hacer caer al suelo a alguno de sus hijos, mediante los métodos que anteriormente se dijo, son usados en las iglesias evangélicas modernas.


Un análisis crítico

Hasta ahora se han analizado las caídas donde la conciencia juega un papel fundamental, pues tienen como objetivo adorar a Dios de forma postrada. Si se cree que la Biblia es la revelación completa y suficiente de Dios al hombre, entonces debe existir un registro en ella del tipo de caídas que experimentan muchos cristianos modernos, de lo contrario, esta práctica es herética y debe ser combatida y vista como una adición a la Palabra de Dios, pues su misma existencia es una afirmación de que Dios no reveló todo en su Palabra, lo cual acarrea la más terrible maldición (Apocalipsis 22:18-20 )
Las citas escogidas para el análisis son las siguientes:

1. I Samuel 28:20. Saúl cae aterrorizado por el mensaje de la adivina.
2. Daniel 8:18. Daniel cae como dormido sobre su rostro ante la revelación de Gabriel.
3. Daniel 10:8-9. Daniel cae sin fuerzas sobre su rostro, ante el mensaje del ángel.
4. Lucas 5:8. Pedro cae ante Jesús.
5. Juan 18:7. Los que iban a prender a Jesús caen al escucharle decir “Yo soy".
6. Hechos 9:4, Hechos 22:7, Hechos 26:14. Pablo cae ante Jesús que le interroga por la persecución a los cristianos.
7. Apocalipsis 1:17. Juan cae ante la presencia de Jesús.

I Samuel 28:20. En este texto se encuentra el primer rey de Israel en su época de decadencia producto a la desobediencia a Dios. La Biblia declara que Dios se había vuelto su enemigo (I Samuel 28:16). Al escuchar el mensaje que tanto lo aterrorizó, “cayó en tierra cuán grande era". Este ejemplo no es similar a la práctica moderna, pues Saúl cae bajo maldición, sin síntomas de arrepentimiento y sin ningún oficiante que le transmita algo que le produzca la caída, a saber, cae por terror.

Daniel 8:18 y Daniel 10:8-9. Esta caída es explícitamente sobre su rostro, es decir, Daniel cae postrado, se añade la información que es dormido, pero sobre el rostro o postrado. Por esta razón esta caída tampoco califica como similar a la práctica moderna.

Lucas 5:8. Pedro cae de rodillas, al reconocer a Jesús como el Señor, y sintiéndose todo lo pecador que era. En este pasaje se describe una escena de arrepentimiento de pecado, y por tanto Pedro cae sobre sus rodillas en señal de humillación ante Jesús, no hay oficiante sino el mismo Dios hijo. Tampoco este ejemplo es similar a la práctica moderna.

Juan 18:7. En este pasaje los que van a prender a Jesús caen ante la respuesta de Jesús “Yo soy"; según se observa explícitamente, hacia atrás, según la posición que describe Juan. Este hecho es notorio, pues son las personas que iniciarán el camino del martirio del Señor. Este ejemplo no puede asemejarse a un cristiano cayendo al suelo, pues los que caen no lo son y no estaban adorando a Dios.

Hechos 9:4, Hechos 22:7, Hechos 26:14 En estos pasajes se describe a Pablo cayendo ante la presencia de Jesús, no se dice que es hacia atrás, y se deduce que no es hacia atrás, pues nadie que caiga al suelo debido al miedo o asombro cae descubierto como es la práctica de quienes caen hacia atrás en las iglesias modernas. Cuando alguien cae al suelo por miedo o estupor, lo hace intentando cubrirse el rostro, pues es un reflejo incondicionado de los seres humanos, nunca lo hace a rostro descubierto. Este ejemplo tampoco es similar a la práctica moderna.

Apocalipsis 1:17 Este pasaje describe a Juan en la isla de Patmos, en los versículos anteriores Juan dice que estaba de espaldas a Jesús y que luego se volvió, es decir, se puso frente a Él, luego cayó como muerto a sus pies. No puede decirse que cayó de espaldas sino todo lo contrario, el hecho que se aclare que cayó “a sus pies", brinda información adicional de la forma o posición en que cayó, compárese con I Samuel 25:24, II Reyes 4:37, Ester 8:3.
Para que este ejemplo fuera en algo similar a la práctica moderna, los cristianos que caen debieran caer hacia adelante, y además sería obligatorio decir que Jesús mismo se les aparece a cuantos caen en estos servicios religiosos, lo cual ya en sí mismo es un gran problema. Este ejemplo tampoco es similar a la práctica moderna.

Las “caídas hacia atrás” registradas en la biblia

Sin embargo, en la Biblia sí aparecen quienes caen hacia atrás, o de espaldas, pero siempre es síntoma de maldición. Los siguientes ejemplos confirman lo dicho:

Isaías 28:7-13. Habla del juicio a los falsos profetas: “...hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos."

1 Samuel 4:18. Se describe a Elí muriendo, cayendo hacia atrás, producto del juicio de Dios anunciado en 1 Samuel 2:34, cayendo de forma maldita y por castigo.

Los versículos anteriores demuestran una forma de caer de aquellos que están bajo la maldición del Señor. El pasaje de quienes caen hacia atrás, en Juan 18:7, cuando intentan prender al Señor también demuestra una forma de caer para quienes están bajo el juicio de Dios. Es curioso observar cómo en la Biblia nadie cae de espaldas sino cuando está bajo el juicio de Dios, sin embargo, cuando alguien cae al suelo humillado ante Dios, siempre cae sobre su rostro, en posición postrada, tal y como se ha demostrado hasta aquí, lo cual confirma Pablo en I Corintios 14:24-25 cuando dice: “Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o indocto, por todos será convencido, por todos será juzgado; los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre vosotros”.

La observación de Pablo respecto a cuando un pecador es “tocado" por el Espíritu Santo es muy clara, el ejemplo declara cómo un incrédulo puede ver la operación de Dios a través de los cristianos, lo cual traerá consigo que este se arrepienta, se postre y adore a Dios.

Además de lo expuesto, caer hacia atrás puede asociarse con descubrir la desnudez ante Dios (debido a la posición en que se cae) lo cual está prohibido explícitamente en la Palabra cuando ordena: “No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él." en Éxodo 20:26. Quien cae sobre su rostro cubre su desnudez a Dios, sin embargo, puede verse cómo el mismo Dios castiga a su pueblo infiel descubriendo su “desnudez" delante de los demás pecadores. (Ezequiel 16:37-38).

CONCLUSIONES

Si la Biblia es la regla de fe y conducta de los cristianos, si se acepta que es la revelación completa de Dios al hombre, entonces debe entenderse que las prácticas religiosas necesarias y que agradan a Dios están contenidas en las Escrituras, las que no, son sólo fuego extraño, cosas que jamás Él nos ha mandado hacer. Por el contrario, aceptar que ciertas prácticas religiosas que no aparecen en la Biblia son del agrado de Dios, es afirmar que la Biblia está incompleta y por lo tanto, de nada nos sirve tal armadura defectuosa. Una posición que no sea la de combatir las prácticas que muchos declaran “vino nuevo", como estas que se han visto hasta aquí, no es consecuente con creer que la Biblia es la única revelación de Dios al hombre, en tal caso, deberán aceptarse muchas otras “revelaciones", ya que se habrá relativizado lo único que en el mundo es absoluto: La Palabra de Dios.